La borrasca Éowyn se intensificó debido a las temperaturas oceánicas muy cálidas provocadas por el cambio climático
A falta de estudios más detallados, los científicos de Climate Central han puesto de manifiesto que uno de los factores de la impresionante intensificación de la poderosa borrasca invernal Éowyn se debió a la calidez inusual de las aguas que sobrevoló en su desarrollo explosivo en el Atlántico Norte.
En un estudio preliminar de Climate Central, la borrasca Éowyn pudo intensificarse de forma extraordinaria, con caídas de presión en su centro del orden de 50 hPa en 24 h, debido, en parte, al fuerte contraste del aire frío ártico en parte norte y las temperaturas oceánicas inusualmente cálidas en la zona del Atlántico donde se desarrolló.
Con la llegada de la extraordinaria borrasca Éowyn, se emitió una rara alerta meteorológica roja para Irlanda, Irlanda del Norte y partes de Escocia ante la previsión de vientos destructivos superiores a 130-160 km/h.
Aguas más cálidas, borrascas potencialmente más activas y profundas
Estos vientos excepcionalmente fuertes fueron alimentados por la colisión de aire frío y temperaturas oceánicas inusualmente cálidas, lo que permitió que la borrasca se intensificara significativamente a medida que se desarrollaba sobre aguas muy cálidas.
La borrasca Éowyn fue impulsada hacia la región central y oriental de la cuenca del Atlántico Norte por una corriente en chorro excepcionalmente fuerte, con velocidades del viento superiores a los 386 km/h. Se pronosticó que esta corriente en chorro intensa, junto con una baja en superficie incipiente desarrollaría una ciclogénesis explosiva o bombogénesis.
La borrasca se profundizó frente a las costas de Irlanda generando un chorro en aguijón en niveles bajos " potencialmente" muy peligroso: un corredor estrecho de vientos extremos, capaz de causar daños significativos a viviendas y edificios, cortes de energía generalizados y condiciones de viaje peligrosas.
La ciclogénesis explosiva se produce cuando una borrasca se intensifica rápidamente, lo que se caracteriza por una caída de su presión barométrica central de al menos 24 hectopascales en un período de 24 horas. La borrasca resultante, significativamente más intensa, se conoce comúnmente como ciclón bomba. En el caso de Éowyn, se estima que las caídas de presión en su centro fueron, nada más y nada menos, del orden de 50 hPa en 24 h, y se realizó el océano Atlántico anormalmente cálido ayudando a impulsar este proceso de ciclogénesis explosiva, lo que contribuyó a alturas de olas potenciales de hasta 20 m de altura máxima.
¿Qué dicen los expertos?
Shel Winkley, meteorólogo de Climate Central, dijo:
“El cambio climático claramente calentó las aguas que alimentaron el desarrollo de la borrasca Éowyn, lo que la hizo mucho más peligrosa. La contaminación por combustibles fósiles está amplificando esta amenaza”.
¿Cómo sabemos que el cambio climático está influyendo en este calor del océano?
El Índice de Cambio Climático del Océano, Ocean CSI, se basa en una metodología revisada por pares y en datos de alta calidad. Cuantifica la influencia del cambio climático en las temperaturas de la superficie del mar.
El Ocean CSI indica cómo el cambio climático provocado por el hombre ha influido en la probabilidad de que se produzcan temperaturas diarias en la superficie del mar en casi cualquier lugar de los océanos del mundo.
Fuente: Climate Central