Borrasca de núcleo cálido y anomalía térmica cálida en niveles altos
Una gran borrasca domina el Atlántico Norte con unas características térmicas muy especiales el 16-17 de octubre de 2019
Muchos piensan que las borrascas o ciclones de latitudes medias son estructuras absoluta y básicamente frías a escala sinóptica que contrastan con el aire más cálido de su flanco sur. Y en términos generales es así, pero en determinadas condiciones y niveles, ciertas zonas y momentos evolutivos poseen en su interior zonas cálidas o áreas con anomalías cálidas respecto al aire frío circundante.
Se analiza la gran borrasca del 16-17 de octubre de 2019, tomando como referencia el 17 de octubre de 2019 a las 03 UTC y su evolución.
En la imagen superior se observa una borrasca ya madura con un centro bien definido y dominado por focos convectivos que giran alrededor de su centro al oeste de Irlanda. Llama la atención de la extensión e intensidad relativa de los focos convectivos que liberan calor (latente) a la atmósfera, en niveles bajos-medios, con bandas convectivas que rotan alrededor de su centro. Y esta estructura no es un ciclón tropical.
Niveles altos
La borrasca en capas altas y en su centro, digamos 300 hPa posee una anomalía cálida por la entrada de aire más cálida de niveles estratosféricos, del orden de -40 ºC, mientras que es rodeada por temperaturas inferiores a -45 ºC
Niveles bajos
Como se puede observar en los diagramas de fase, actualmente la borrasca, C en las figuras, posee un núcleo cálido más o menos simétrico y poco profundo en capas bajas, y no es un ciclón tropical.
Aunque la borrasca en su conjunto es una estructura a gran escala de carácter fría, existen elementos de menor escala donde se pueden dar estructuras cálidas o anomalías de las mismas características.