Beijing bajo una nube tóxica
La capital de China ha cerrado carreteras y patios de recreo en medio de una intensa niebla tóxica que afecta a amplias zonas de los alrededores de la ciudad
Las carreteras y los patios de recreo de las escuelas en Beijing se cerraron el viernes, 5 de noviembre de 2021, debido a la fuerte contaminación.
China ha aumentado la producción de carbón y se enfrenta a una realidad de su historial ambiental ciertamente tradicionales.
China, el mayor emisor mundial de gases de efecto invernadero responsables del cambio climático, ha aumentado la producción de carbón después de que las cadenas de suministro en los últimos meses se vieron afectadas por una crisis energética debido a los estrictos objetivos de emisiones y los precios récord del combustible fósil.
Una espesa neblina de smog cubrió franjas del norte de China el viernes, y la visibilidad en algunas áreas se redujo a menos de 200 metros, según los informes meteorológicos del país.
A las escuelas de la capital, se les ordenó detener las clases de educación física y las actividades al aire libre.
Los tramos de las carreteras a las principales ciudades, incluidas Shanghai, Tianjin y Harbin, se cerraron debido a la escasa visibilidad.
Los contaminantes detectados el viernes por algunas estaciones de monitoreo alcanzaron niveles definidos como "muy insalubres" para la población en general.
Las autoridades de Beijing culparon de la contaminación a una combinación de "condiciones meteorológicas desfavorables y propagación regional de la contaminación" y dijeron que es probable que el smog persista hasta al menos el sábado por la noche.
Pero la "causa fundamental del smog en el norte de China es la quema de combustibles fósiles". China genera alrededor del 60 por ciento de su energía a partir de la quema de carbón.
China ha aumentado la producción de carbón para aliviar la escasez de energía que había obligado a cerrar las fábricas en los últimos meses.
La producción diaria promedio de carbón a mediados de octubre fue 1,1 millones de toneladas más alta que a finales de septiembre, según un comunicado del domingo del principal organismo de planificación económica del país.
Al igual que muchos lugares en la China de rápida industrialización, Beijing no es ajeno a la contaminación del aire, aunque los episodios graves de smog se han vuelto menos frecuentes en los últimos años, ya que las autoridades han priorizado cada vez más la protección del medio ambiente.
En su declaración de la COP26, China instó a los países desarrollados a brindar más apoyo al cambio climático a las naciones en desarrollo, pero no llegó a asumir ningún compromiso nuevo significativo con China.
Beijing ya se ha comprometido a llevar las emisiones de dióxido de carbono que calienta el planeta a un pico para 2030 y reducirlas a cero neto para 2060.