Atmósfera barotrópica y baroclina
La modelización de la atmósfera exige llevar a cabo una serie de simplificaciones. Los primeros modelos consideraban una atmósfera barotrópica, con movimientos horizontales del aire iguales a todos los niveles, mientras que los baroclinos sí que consideran las variaciones del viento con la altura.
A la hora de modelizar la atmósfera de la Tierra se tienen forzosamente que simplificar muchos de los procesos implicados. Los primeros modelos meteorológicos consideraban una atmósfera barotrópica, en la que los movimientos en el aire se producían únicamente en el plano horizontal, sin tener en cuenta las variaciones en la vertical que se producen en la atmósfera real. Posteriormente, se empezaron a utilizar modelos baroclinos, en los que se considera que la presión atmosférica no solo depende de la densidad del aire, sino también de la variable temperatura.