Las aguas del Atlántico Norte están muy cálidas en estos momentos. ¿Hay que preocuparse por ello?

Algunos científicos están llamado la atención sobre las altas temperaturas de las aguas del Atlántico Norte, que están alcanzando valores de récord durante los últimos meses y apuntan a que hemos atravesado una "frontera no antes conocida", o que entramos en una "situación nueva", etc., en esta zona de la Tierra

Anomalías de la temperatura superficial de las aguas del Atlántico Norte a fecha del 27 de febrero de 2024: anomalías positivas en escala de rojos y frías en escala de azules. Nótese el predominio de las anomalías cálidas respecto a la frías. Climate Reanylizer


Nunca antes en los registro modernos se habían alcanzado temperaturas y anomalías tan altas del agua del mar en el Atlántico Norte como las registradas en gran parte de 2023 y en lo que llevamos de 2024.

Altas temperaturas de las aguas en 2023 y 2024

Para comprender lo inusual de este hecho, se puede analizar la figura siguiente, donde se observa el ciclo anual de las temperatura promediadas del Atlántico Norte por meses y por diferentes años, desde que hay registros modernos, básicamente desde 1981 hasta ahora.

Evolución temporal anual y mensual de las temperaturas de la superficie del mar en el Océano Atlántico Norte. En naranja se corresponde con la evolución durante 2023, quedando por encima del resto de los años. En línea gruesa y negra se presenta la evolución en los primeros días de 2024, ya por encima de 2023 en las mismas fechas. Climate Reanylizer

El gráfico muestra que las temperaturas de 2024 son significativamente más altas que las de años anteriores y las temperaturas de 2024 hasta ahora son significativamente más altas que las de 2023.

La gruesa línea naranja, que recorre todo el gráfico, es la evolución en 2023. El Atlántico Norte comenzó a batir récords de temperatura cálida en marzo del año pasado.

Aún más significativo es la desviación que representa la nueva línea gruesa y negra más corta a partir de 2024. Está muy por encima del resto, lo que indica que este aumento extremo y anómalo ha continuado durante este año.

Todo este calor almacenado las aguas afecta de lleno a los ecosistemas marinos, pero también afecta a la vida en tierra.

¿Por qué se está calentando el Atlántico Norte?

Un Atlántico cálido es una señal de que el planeta, en su conjunto, se está calentando.

En este línea de cosas hay otras señales que marcan este calentamiento global con datos de estos últimos meses: en gran parte del hemisferio norte ha habido un invierno casi primaveral en su conjunto con temperaturas más altas de lo normal a nivel global y regional. Por ejemplo y a falta de confirmación oficial, el invierno 2023-2024 en España ha sido muy cálido. A la vez, hemos dejado atrás a 2023 como el año más caluroso registrado con datos modernos.

Además, un nuevo estudio de la revista Nature Climate Change indica que el planeta ya ha superado los 1,5 ºC, un límite fijado por el Acuerdo de París de 2015 para evitar los peores impactos del cambio climático.

Este calentamiento antropogénico se debe a los gases efecto invernadero que se generan por muchas actividades humanas y que atrapa el calor. Aproximadamente, el 90 por ciento de ese calor añadido es absorbido por los océanos; sin ello estaríamos aún mucho peor.

Concretamente, detrás de este calentamiento anómalo del Atlántico Norte hay otras razones regionales que los científicos apuntan:

- En algunas regiones del Atlántico, por ejemplo, ha habido menos viento. La falta de viento calienta el océano.

- Una disminución de la contaminación del aire, generada por los aerosoles que se desprenden de la combustión de los barcos que transitan la cuenca debido a una legislación más "limpia," también puede estar contribuyendo a calentar el océano.

- Menos hielo en las zona árticas por el calentamiento de esa zona del planeta, genera menos energía reflejada por la blanca nieve hacia el espacio y mayor capacidad de absorción de la energía en las nueva zonas marítimas desprovistas de hielo de las altas latitudes, con su consiguiente aumento de temperatura de las aguas que, a su vez, aumenta el deshielo.

- Desplazamiento hacia el norte de borrascas activas con la llegada de aire relativamente más cálido que fomenta las lluvias y el deshielo ártico.

Impactos de este calentamiento en el Atlántico Norte

La vida marina se suele adaptar a los cambios paulatinos del clima si estos se hacen de forma gradual y lenta, pero el calentamiento actual se está produciendo demasiado rápido como para que los seres vivos se puedan acomodar de forma natural.

De hecho ya se está alterando el crecimiento, la ubicación y quizás incluso el color de las comunidades de plancton, que están formadas por pequeños organismos marinos de los que literalmente depende todo animal del océano. El plancton que comen las ballenas francas del Atlántico Norte, en peligro de extinción, por ejemplo, se está moviendo hacia el norte y las ballenas los siguen. Eso hace que algunas de las áreas protegidas que están atrapadas en el espacio (donde las actividades que dañan a las ballenas son limitadas) sean menos útiles.

El calor está haciendo que algunos peces sean más pequeños. Mientras tanto, algunas pesquerías se están desplazando hacia los polos, empujándolas en algunos casos hacia territorios políticos diferentes, creando conflictos económicos asociados.

Más calor del océano puede estresar y acabar con los arrecifes de coral casi de la noche a la mañana.

Un invierno caluroso en el Atlántico Norte también podría ser una mala señal para la temporada de huracanes de este año. "Las temperaturas cálidas de la superficie del mar en febrero a menudo se correlacionan con temporadas de huracanes activas”, escribió el meteorólogo Jeff Berardelli a principios de este mes. Los pronósticos sugieren que, en los próximos meses, El Niño podría dar paso a La Niña, un fenómeno climático que crea condiciones favorables para el desarrollo de huracanes en el Atlántico Norte.

Anomalías medias previstas de la temperatura del agua del mar para el Atlántico Norte para el periodo pico de la estación de huracanes: julio, agosto y septiembre de 2024, con la misma escala de colores de la primera imagen. Tropicaltidbits


La temperatura del agua de mar es un factor importante y el principal combustible para que se forme un ciclón tropical. Puede estimular y alimenta a las tormentas y a la convección profunda suministrando calor y humedad a esos ciclones.

Otros efectos e impactos

Los pronósticos también sugieren que este calor anómalo en el Atlántico Norte no disminuirá pronto. Cuando llegue el verano, el agua que ya está caliente en partes del Atlántico, como el Caribe, probablemente será aún más caliente, presagiando nuevamente una mala temporada para los arrecifes de coral, peces y con potencial de calor almacenado para las tormentas tropicales y los huracanes.

Las olas de calor marina se prevén que vayan a más en un mundo más cálido.

Todo ello con una tendencia clara a la subida del nivel del mar con dos factores asociados: la dilatación térmica por temperaturas más altas y el deshielo del hielo marino de la Tierra.

La ciencia está de nuestro lado y se está prediciendo estos cambios rápidos en zonas como el Atlántico Norte. Tenemos que adaptarnos a lo que viene y tomar medidas oportunas para mitigar sus impactos.

Esta entrada se publicó en Actualidad en 02 Mar 2024 por Francisco Martín León