Un equipo científico de la NASA ha detectado asombrosas esferulitas en Marte gracias al rover Perseverance

Los científicos han encontrado una roca con esferulitas cuyo origen es desconocido en el lugar donde se ha detectado por el rover Perseverance.

Esta imagen del rover Perseverance de la NASA, un mosaico del Microimagen Remoto SuperCam (RMI) procesado por fusión, muestra parte del objetivo "St. Pauls Bay", obtenido desde la zona inferior de Witch Hazel Hill, en el borde del cráter Jezero. La imagen revela cientos de extraños objetos esféricos que componen la roca. Perseverance obtuvo esta imagen el 11 de marzo de 2025, o sol 1442, el día marciano 1442 de la misión Mars 2020. Crédito: NASA/JPL-Caltech/LANL/CNES/IRAP

El equipo científico de Perseverance quedó asombrado por una extraña roca compuesta por cientos de esferas de tamaño milimétrico y el equipo ahora está trabajando arduamente para comprender su origen.

Han pasado dos semanas desde que Perseverance llegó a Broom Point, situado en las laderas inferiores de la zona de Witch Hazel Hill, en el borde del cráter Jezero. Desde allí, se observaron desde la órbita una serie de bandas de tonos claros y oscuros, y la semana pasada el rover erosionó y muestreó con éxito uno de los estratos de tonos claros. Fue desde este espacio de muestreo donde Perseverance detectó una textura muy extraña en una roca cercana.

Una roca muy extraña

La roca, bautizada por el equipo como "Bahía de San Pablo", parecía estar compuesta por cientos de esferas milimétricas de color gris oscuro. Algunas presentaban formas elípticas más alargadas, mientras que otras presentaban bordes angulares, posiblemente representando fragmentos de esferulitas rotas. ¡Algunas esferas incluso presentaban pequeños agujeros! ¿Qué peculiaridad geológica podría haber producido estas extrañas formas?

Esta no es la primera vez que se detectan esferas extrañas en Marte. En 2004, el rover de exploración marciana Opportunity detectó los llamados "arándanos marcianos" en Meridiani Planum, y desde entonces, el rover Curiosity ha observado esférulas en las rocas de la bahía de Yellowknife, en el cráter Gale. Hace apenas unos meses, el propio Perseverance también detectó texturas similares a palomitas de maíz en rocas sedimentarias expuestas en el canal de entrada del cráter Jezero, en el valle del Neretva.

En cada uno de estos casos, las esférulas se interpretaron como concreciones, estructuras formadas por la interacción con el agua subterránea que circula a través de los poros de la roca. Sin embargo, no todas las esférulas se forman de esta manera. También se forman en la Tierra por el enfriamiento rápido de las gotitas de roca fundida formadas en una erupción volcánica, por ejemplo, o por la condensación de la roca vaporizada por el impacto de un meteorito.

El rover Perseverance de la NASA capturó esta imagen del objetivo "St. Pauls Bay" (el bloque flotante de tonos oscuros a la derecha de la imagen) utilizando su cámara Left Mastcam-Z, una de las dos cámaras ubicadas en la parte superior del mástil de teledetección del rover. Perseverance capturó esta imagen el 13 de marzo de 2025 (sol 1444, o día marciano 1444 de la misión Marte 2020) a la hora solar media local de 11:57:49. Crédito: NASA/JPL-Caltech/ASU

Cada uno de estos mecanismos de formación tendría implicaciones muy diferentes para la evolución de estas rocas, por lo que el equipo trabaja arduamente para determinar su contexto y origen. Sin embargo, la bahía de St. Pauls era una roca flotante, un término usado por los geólogos para describir algo que no está en su lugar.

El equipo trabaja actualmente para vincular la textura rica en esferulitas observada en la bahía de St. Pauls con la estratigrafía más amplia de Witch Hazel Hill. Las observaciones iniciales han proporcionado indicios prometedores de que podría estar relacionada con una de las capas oscuras identificadas por el equipo desde la órbita. Situar estas características en su contexto geológico será crucial para comprender su origen y determinar su importancia para la historia geológica del borde del cráter Jezero y más allá.

Fuente: NASA

Esta entrada se publicó en Noticias en 25 Mar 2025 por Francisco Martín León