Las arañas lobo cambian su estrategia de apareamiento después de la lluvia

Las arañas lobo se llevan muy mal con la lluvia pues altera sus patrones de comportamiento.

Investigadores de la Universidad de Cincinnati han descubierto que las arañas lobo no pueden señalar a otros ni percibir el peligro de los depredadores con tanta facilidad en las hojas empapadas de lluvia en comparación con las secas. Incluso comunicarse con posibles compañeros es más difícil después de que llueve. El estudio fue publicado en el Journal of Insect Behavior.

La lluvia y las arañas lobo

Los biólogos de la Facultad de Artes y Ciencias de la UC estudiaron Schizocosa ocreata, una araña lobo que se encuentra en gran parte de los Estados Unidos. Los machos responden a las señales químicas de las hembras utilizando una combinación de señales visuales y vibratorias para el cortejo.

Las arañas no tienen oídos, pero perciben el sonido en vibraciones utilizando órganos sensoriales especializados en sus ocho patas. Las vibraciones del sonido se transmiten mucho mejor en las hojas secas.

Las arañas lobo están especialmente en sintonía con las llamadas de aves depredadoras como los arrendajos azules que se alimentan de arañas, particularmente durante la temporada de anidación, cuando sus crías no comen prácticamente nada más, dijo el autor principal y profesor de la UC, George Uetz.

"Los pájaros alimentan preferentemente a sus crías con arañas porque las arañas tienen 50 veces la cantidad de taurina [que] los insectos", dijo Uetz. "Y la taurina es fundamental para el desarrollo del hipocampo del cerebro de los polluelos. El hipocampo está asociado con la memoria espacial, que es realmente importante para las aves".

La temporada de anidación de primavera coincide con la temporada de apareamiento de las arañas. Las arañas lobo macho son especialmente vulnerables a los pájaros cuando intentan cortejar a una pareja con una exhibición llamativa, que implica tamborilear sus exageradamente peludas patas delanteras sobre las hojas frente a ellas.

El estudio de la UC encontró que las arañas macho se quedan inmóviles y se "congelan" cuando un arrendajo azul llama cerca. Y permanecen congeladas por más tiempo en las hojas secas que en las húmedas, posiblemente porque las hojas secas proporcionan una mejor alerta temprana que las húmedas, que amortiguan las vibraciones.

Uetz dijo que las arañas rayadas de color negro y marrón tienen un camuflaje notable cuando permanecen inmóviles.

"Si permanecen quietas, simplemente desaparecen", afirmó.

Mientras tanto, añadió: "Como muchos depredadores, los arrendajos azules están orientados visualmente. Son muy agudos visualmente. Para ellos, el movimiento es realmente la clave".

Dado que el cambio climático aumenta la frecuencia y duración de las lluvias primaverales, las arañas lobo enfrentarán desafíos ecológicos cada vez mayores, dijo Uetz.

"La primavera llega un poco antes. Lo que estamos viendo es un cambio en el ciclo de vida de las arañas", dijo Uetz. "Si el calentamiento global cambia el ciclo de vida anual de las arañas, eso las expulsará de la sincronía con la temporada de anidación de las aves, que está más estrechamente ligada a las señales de luz del día".

Las hojas mojadas no disuadieron a las arañas macho de cortejar a las hembras. Las arañas macho aumentaron la señalización visual para compensar la incapacidad de utilizar vibraciones. Pero las arañas que podían utilizar hojas secas para comunicarse con las hembras tuvieron más éxito en el apareamiento.

Rachel Gilbert, graduada de la UC y coautora del estudio, explicó que las arañas pueden ser importantes indicadores del cambio ambiental.

"Las arañas son muy importantes para los ecosistemas locales, como depredadores de insectos y como fuente importante de alimento para animales más grandes como las aves", dijo.

Referencia

George W. Uetz et al, Effects of Leaf Moisture on Transmission and Detection of Communication by a Wolf Spider, Journal of Insect Behavior (2023). DOI: 10.1007/s10905-023-09843-6