Año de oro de los apicultores albaneses gracias al coronavirus
Con las fábricas y granjas cerradas por el cierre del coronavirus, las abejas de Albania han estado más ocupadas que nunca, provocando entusiasmo entre los agricultores que esperan una cosecha de miel sin paralelo gracias a un respiro de la contaminación y los pesticidas
Es un año dorado para las abejas gracias al tiempo reinante, ausencia de contaminantes y al cierra de fábricas. Nunca se ha visto una temporada como esta, gracias al renacimiento de la naturaleza y las abejas.
En estas condiciones los insectos polinizadores bailaban entre las flores circundantes donde recolectan néctar, un abrevadero para repostar y sus colmenas, donde se elabora la miel. En Albania hay unas 360,000 colmenas registradas.
Este año supone un gran cambio en la devastación de 2016 y 2017, cuando el 40 por ciento de las colmenas de Albania colapsaron y las pérdidas superaron los 60 millones de euros.
Los expertos atribuyeron la ruina a una "epidemia" del parásito varroa, cuyo aumento fue ayudado por la deforestación, además del uso de neonicotinoides, una clase común de insecticidas utilizados en la agricultura.
Los productos químicos, que atacan el sistema nervioso de los insectos, han sido prohibidos en la Unión Europea, pero no en Albania.
Las abejas son verdaderos centinelas ecológicos.