Altas temperaturas en las aguas del Atlántico Norte ¿Qué está ocurriendo y cuáles son sus consecuencias?
Durante estos días los meteorólogos y los científicos están muy sorprendidos por las altas temperaturas para inicio de junio de 2023 que están alcanzando las aguas del Atlántico Norte y, en particular, varias zonas sensibles al tiempo de la cuenca
Las concentraciones de los gases efecto invernadero, GEI, están en valores récords haciendo que el sistema Tierra pueda almacenar más calor en el aire y en los mares.
Los océanos del planeta absorben alrededor del 89% del exceso de calor generado por el calentamiento global y ello hace que las temperaturas de las aguas superficiales y más profundas se eleven, a la vez que el nivel del mar suba por dilatación térmica. Por otra parte, y a nivel global, la aparición de El Niño está generando, y generará, un calentamiento masivo y extra en la superficie del Pacífico tropical oriental. De esta manera, se ha observado que las temperaturas superficiales de los mares o TSM, SST por sus siglas en inglés, han alcanzado a nivel global valores récord en los últimos meses. A todo ello también se ha sumado las del Atlántico Norte con valores muy llamativos e históricos de sus aguas que están anormalmente cálidas.
Vamos a analizar algunas causas del calentamiento local del Atlántico Norte.
¿Qué pasa con el Atlántico Norte?
Los meteorólogos y científicos están analizando las razones de estas elevadas temperaturas muy anormales para junio, aunque así llevan varios meses atrás, pero ahora son casi escandalosas. Veamos algunas de las posibles causas.
Desequilibrio energético global y regional en el Atlántico Norte
Como apunta el Prof. Eliot Jacobson, la web de CERES publica actualizaciones mensuales de lo que comúnmente se conoce como Desequilibrio Energético de la Tierra o EEI, por sus siglas en inglés. Estos datos nos permiten conocer la diferencia entre la radiación solar entrante y la radiación saliente de todas las fuentes. Esa diferencia es la tasa efectiva de calentamiento del planeta.
Puede que no parezca mucho, pero a nivel mundial es casi igual a la energía liberada por 13 bombas nucleares del tamaño de Hiroshima que explotan cada segundo.
Geoingeniería climática indirecta asociada a barcos más "limpios" y al azufre
Desde 1 de enero de 2020, la Organización Marítima Internacional fijó un límite en el contenido de azufre en los combustibles para barcos que atraviesan los mares y los océanos, reduciendo el límite superior global de contenido de azufre de 3,50 % a 0,50 %. Este límite reducido era obligatorio y supuso una caída de más del 75% en la emisión de óxidos de azufre. Si bien es excelente para el medio ambiente en muchos aspectos (por ejemplo, menos lluvia ácida y acidificación de los océanos), también hubo una consecuencia no tan inesperada.
Los aerosoles de sulfatos, en combinación con las partículas atmosféricas, aumentan la cantidad de luz solar entrante "reflejada" desde la Tierra, oscureciendo efectivamente la superficie del planeta. Con una duración de solo semanas o meses en la atmósfera, estos aerosoles de los azufres deben reponerse continuamente para tener su impacto refrescante.
El IPCC sugiere que los niveles actuales de aerosoles de azufre están contribuyendo en alrededor de 0,5 °C al enfriamiento global total, compensando el calentamiento que de otro modo ocurriría rápidamente. Esto se conoce comúnmente como " atenuación global". ”
Al "limpiar" los combustibles de barcos, las regiones masivas de los océanos del mundo que estaban protegidas del calentamiento por los aerosoles de sulfato ahora están experimentando un calentamiento rápido. Esto incluye las principales rutas de tráfico marítimo entre Asia y el oeste de EE. UU., así como las principales rutas desde el este de EE. UU. a Europa y Medio Oriente. Y ahí es donde está ocurriendo el calentamiento. Este calentamiento rápido se conoce como "choque de terminación" y parece ser, al menos en parte, lo que está sucediendo en este momento.
Un anticiclón de las Azores y altas subtropicales más debilitadas en los meses cálidos de 2023 y vientos alisios menos intensos
Según el experto en meteorología tropical, Philip Klotzbach, se ha producido un calentamiento anómalo considerable en el Atlántico Norte durante las últimas dos semanas, debido a una alta subtropical mucho más débil de lo normal y vientos alisios asociados más débiles que soplan a través del Atlántico tropical y subtropical (por ejemplo, con menos enfriamiento por evaporación). Este hecho ha sido mencionado por otros científicos.
En la misma línea va el experto americano Brian McNoldy: uno de los mayores culpables del asombroso calentamiento de las temperaturas de la superficie del mar del Atlántico Norte es la falta (o debilitamiento) del anticiclón de las Azores. En sus secuencia mostrada abajo, estos dos mapas muestran su fortaleza y posición durante las últimas 2 semanas y luego la fortaleza y posición promedio durante el mismo período. Un anticiclón, mucho más débil y desplazado, reduce los vientos alisios sobre el Atlántico tropical y el norte de África, lo que a su vez reduce el enfriamiento por evaporación del agua y reduce el transporte de polvo del Sahara a través del Atlántico tropical oriental.
Menos polvo del desierto en suspensión, más calentamiento
El polvo del Sahara normalmente sopla hacia el oeste en esta época del año, bloqueando la radiación entrante y atrapando el calor existente. En lo que va de año, el polvo no ha llegado. La falta de polvo es notable y también podría ser una causa directa de parte del calentamiento del Atlántico Norte.
Otros años irrupciones masivas de polvo del desierto han ocurrido en los primeros meses del año pero este 2023 o no ha habido o han sido muy tenues los saltos del polvo africano hacia el Atlántico tropical.
El vapor de agua en la estratosfera inyectado por la explosión del volcán de Tonga: una incertidumbre sobre nuestras cabezas
Dejamos aparcado, por el momento, los efectos de la ingente cantidad de vapor de agua inyectada en la estratosfera de la explosiva erupción volcánica submarina Hunga Tonga-Hunga Ha'apai el 15 de enero de 2022 al no estar del todo claro cómo dicho vapor de agua, GEI, ha afectado al calentamiento global generalizado de la atmósfera y de las aguas oceánicas.
Regiones más afectadas
La Región Principal de Desarrollo del Atlántico de ciclones tropicales (MDR, por su siglas en inglés) ha alcanzado una alta temperatura récord (según ERA5 con datos que se remontan a 1940) para el mes de junio, como apunta el experto Ben Noll.
La MDR, es una zona de caldo de cultivo para los huracanes, tiene una temperatura promedio de 28˚C, superando el récord anterior que se estableció en 2005.
2005 presentó la segunda temporada de huracanes más activa registrada. Parece poco probable que 2023 sea tan activo debido a El Niño, pero una temporada alta está dentro del ámbito de la posibilidad.
Canarias
Las zonas marinas de Canarias también poseen valores altos de la temperatura del agua del mar. Algunas borrascas y DANAs de baja latitud han podido intensificarse por los efectos de estas altas temperatura y del aporte de humedad socados , a la vez de gradiente térmico que favorece los desarrollos de estas bajas.
Hay otras zonas relativamente cálidas en estos días como las situadas en Mar Cantábrico y las aguas del oeste de Irlanda.
Por último, indicar también que las aguas mediterráneas que bañan a Baleares y este de la Península también se ven afectadas por anomalías muy altas de temperatura, pero este ya es otro tema.
En resumen, hay una serie de factores que de forma combinada hacen que las temperaturas superficiales del agua del mar están subiendo y alcanzando valores récord, tanto a nivel global como local, como en el Atlántico Norte.
Los factores referidos a la cuenca atlántica podrían ser: los desequilibrios energéticos, desaparición de los aerosoles de azufres de barcos más "limpios", los debilitamientos y cambios de los vientos asociados a altas subtropicales, la falta de irrupciones de polvo del Sahara, etc. Estos factores, y otros deberán estudiarse científicamente para ver si entramos en una nueva era cálida de los mares y océanos del mundo. Mientras, estaremos pendientes de los posibles efectos en un verano incipiente que tenderá a elevar los registros térmicos de las aguas del Atlántico Norte y de otros océano y mares.
Este artículo se ha basado en las ideas de diferentes científicos, investigadores y meteorólogos. Entre ellos destacamos: Leon Simons, Eliot Jacobson, Ben Noll, Philip Klotzbach, Nahel Belgherze, Brian McNoldy, etc.