Algunas consideraciones sobre las borrascas atlánticas de baja latitud
Durante estos días de primeros de abril, un conjunto de borrascas atlánticas se desplazan por latitudes bajas y algunas afectando a la Península. Se presentan algunas de sus características meteorológicas
El bloqueo generado por un anticiclón en latitudes altas hace que el chorro polar, conductor de las borrascas atlánticas, se divida en dos: un ramal intenso por el norte y otro ramal secundario más al sur. Este segundo ramal conduce a sistemas de bajas presiones con características especiales y muy diferenciadas de las borrascas atlánticas invernales o de latitudes más altas. Se presentan algunas características obtenidas de forma subjetiva de la situación de estos días.
Chorro polar secundario: interacción con circulación subtropical
Las borrascas de baja latitud son conducidas por un ramal del chorro polar secundario y separado del ramal del norte, que se toma como principal. En determinadas ocasiones, el sistema de baja-chorro polar es capaz de interactuar con el chorro subtropical al estar el primero en bajas latitudes y el segundo subir de latitud.
Ausencia de frentes clásicos
Las borrascas de latitudes bajas ya en periodo primaveral no poseen las características frontales de las borrascas clásicas con frente frío, cálido y ocluido. Tampoco presentan el ciclo de vida característico del modelo conceptual de la escuela noruega.
En esta línea, los predictores se encuentran con la dificultad de “qué” dibujar y expresar gráficamente lo que están diagnosticando o previsto. Desde un centro predictor se dibuja un frente frío, otro un ocluido, o líneas de inestabilidad, etc. La variabilidad frontal subjetiva se acentúan es estas situaciones.
Marcada inestabilidad en su seno y alrededores: convección y CAPE
Para la época del año, primavera, estas borrascas de baja latitud suelen ir acompañada últimamente por convección en su seno, unas veces desorganizada, otras veces con más organización (estructuras en forma de coma, etc.). Estos focos convectivos van asociados a bajas con signos de inestabilidad en su núcleo y alrededores, con valores de la CAPE notorios.
Cuando las bajas se acercan a zonas peninsulares o zonas con realce orográfico, la inestabilidad de la baja se une y se fortalece con la inestabilidad y ascensos que favorece el calentamiento diurnos, ya primaveral. Este hecho se observa en la península ibérica cuando en días casi despejos se desarrollas focos convectivos y tormentas al acercase dichas bajas atlánticas.
Borrasca con núcleo cálido poco profundos
La convección y la liberación de calor latente en su seno, hacen que estas bajas tengan un núcleo cálido en su seno , normalmente poco profundo y unas veces simétricos pero en la mayoría de las veces asimétricos, a lo largo de parte de su ciclo de vida.
Resumen
Las borrascas de baja latitud, como las que nos están afectando esta días, presentan unas características meteorológicas especiales. En este breve artículo se han presentan sólo algunas de sus características meteorológicas, que lógicamente son diferentes que las borrascas de latitudes medias de la escuela noruega, y entre ellas mismas. Lógicamente, el tiempo en superficie es completamente diferente entre ellas.