Algunas consideraciones sobre el deshielo para la semana que viene
Después de las nevadas asociadas a Filomena y a la ola de frío posterior, se espera que el tiempo cambie radicalmente a mediados de la próxima semana con flujos atlánticos del oeste y suroeste, suaves y deshielo en amplias zonas mesetarias
El inicio de enero de 2021 ha sido movido. Primero, las intensas precipitaciones generadas por la borrasca Filomena desde Canarias al sur peninsular y las históricas nevadas en el interior-este durante los días 8-10 de enero con alto impacto social. Posteriormente, una ola de frío se instaló sobre amplias zonas nevadas entre el 11 y 20 de enero, con lo peor en la primera parte de la semana del 11 al 17 con temperaturas mínimas de récords.
Cambios a la vista
Las bajas temperaturas se podrían quedar hasta el 20 de enero en el interior, pero la situación va a cambiar a partir del día 19 de enero con entrada de aire atlántico más suave y húmedo. Los vientos de componente norte y, posteriormente flojos y calmos, van a pasar a ser de los oestes y suroestes con las borrascas atlánticas asociadas. La fusión de la nieve y el hielo se acentuará a partir del día 19 y 20, realzándose a lo largo de la segunda parte de semana que viene.
La entrada de masas de aire húmedas desde el Atlántico, podrían dejar nevadas en zonas muy altas de los sistemas montañosos del centro y norte, pero normales para esta época del año.
La entrada será paulatina pero continua. Los ingredientes que permiten temperaturas muy bajas irán desapareciendo: más nubes, vientos suaves de ligeros a moderados de origen atlántico, precipitaciones, mucha en forma de lluvia y deshielo progresivo y continuo.
Semana del 18-24 de enero de 2021: consideraciones generales
Los mapas medios de anomalías de la semana aludida presenta un panorama con temperaturas generales más altas que la media del modelo del ECMWF, con anomalías de precipitaciones en la fachada atlántica. Los vientos del norte, que nos han afectado durante finales de 2020 e inicios de 2021, girarán a vientos asociados a borrascas y frentes atlánticos suaves y húmedos.
Notar en el anterior mapa las anomalías cálidas generalizadas y anomalías positivas de precipitaciones en la zona atlántica.
Cobertura de nieve
El modelo del CEPPM – ECMWF simula la cobertura de nieve en superficie para los próximos días. Como se puede ver en esta animación, hay una disminución continua de la cobertura nivosa, pero es notoria a partir del día 20-21 de enero.
En la misma línea van los mapas de albedo previstos, o capacidad reflectora de las superficies terrestres, muy alta para la nieve, que tiende a disminuir continuamente para la próxima semana.
Se teme que la fusión de la nieve y del hielo acumulado, junto con las precipitaciones frontales, puedan generar inundaciones en las cercanas de ríos y zonas pobladas, pero la entrada suave del aire de oeste y sureste garantiza, en general, que estas inundaciones no serán intensas y repentinas. Las zonas de precipitaciones atlánticas están previstas en la fachada occidental, las nevadas en el centro-este peninsular. Otras zonas nevadas ya existían con nieve abundante el en zonas del Cantábrico y Pirineos. La subida de temperaturas máximas y mínimas será progresiva y no se producirá como en otras situaciones con vientos del suroeste y cargados de humedad, ábregos, que impactaban sobre zonas nevadas del oeste y centro, con el potencial de generar inundaciones de riberas y zonas llanas.
Las grandes cuencas del centro y norte (Duero, Tajo y Guadiana) podrían asimilar estas aguas del deshielo. La cuenca del Ebro tiene los embalses más llenos, como se muestra en esta última imagen de reserva hídrica de MITECO a fecha de 12 de enero de 2021.
El deshilo sería continuo y sin sobresaltos. De todas maneras habrá que estar pendientes de los avisos y alertas de las confederaciones hidrográficas especialmente en el Ebro por la acumulación de afluentes que pueden verter conjuntamente el agua de zonas nevadas. En esta región. El cierzo, que ha estado soplando estos días fríos atrás, ha conseguido deshelar parte de la nieve caída y se está vertiendo al río Ebro. El Duero y Tajo podrían ver sus niveles en franca subida.
Las Confederaciones Hidrográficas tendrán ahora mucho que decir en la segunda mitad de la semana entrante.