Absorción de CO2 por la vegetación sobreestimada por los satélites

Los satélites y sus sensores son extremadamente útiles para estudiar el cambio climático y revelan datos llamativos, pero ...

Imágenes de satélite de parte del estado de Texas (EEUU) tomadas en abril de 2000 (izquierda) y septiembre de 2000 (derecha) donde se aprecia el cambio de vegetación y la incidencia de una sequía. Crédito: Universidad de Texas.

Según publican en Nature Geoscience el investigador del CREAF (España), Benjamin Stocker, y el profesor del CSIC en el CREAF, Josep Peñuelas, los estudios sobre el impacto de las sequías basados en datos de satélites no tienen en cuenta la importancia de la humedad del suelo. Sin ese dato, se está subestimando el efecto real de las sequías.


Los satélites y sus sensores son extremadamente útiles para estudiar el cambio climático
. Con ellos podemos saber si la vegetación de cualquier punto del planeta está creciendo rápido o lento, y predecir así su capacidad de retirar CO2 de la atmósfera y frenar el calentamiento global.

A pesar de esto, esta tecnología espacial tiene limitaciones. Recientemente, un equipo de investigadores liderados por Benjamin Stocker, investigador del CREAF y Josep Peñuelas, investigador del CSIC en el CREAF, han comprobado que los datos satelitales que miden la vigorosidad de las plantas subestiman el impacto de las sequías sobre la vegetación.

En su artículo, publicado en Nature Geoscience, alertan que esto se debe a que el agua que hay en el suelo es clave para valorar el efecto de las sequías y que este dato ahora no se tiene en cuenta porque los satélites no son capaces de medirlo.

Según la humedad del suelo las sequías tendrán un mayor o un menor impacto en las plantas y su capacidad de capturar CO2 se verá más o menos alterada. “Hemos usado una red mundial de medidas de producción primaria de la vegetación que nos ha permitido identificar que si no tenemos en cuenta el papel clave de la humedad del suelo estamos sobrestimando aproximadamente un 15% de la producción primaria de las plantas”, comenta Josep Peñuelas.

Los científicos advierten que en este caso no basta con tomar datos sólo desde el cielo, hay que incluir la humedad del suelo, datos subterráneos que son claves para entender y saber medir bien los efectos de las sequías extremas en nuestra vegetación, un fenómeno que va a ir en aumento por el cambio climático.

NCYT (Noticias de Ciencia y Tecnología)

Esta entrada se publicó en Noticias en 07 Abr 2019 por Francisco Martín León