¿Volverá al crudo invierno a España? El modelo de referencia de Meteored tiene algo que contarte
Este fin de semana predominará el tiempo anticiclónico, pero nuestro modelo de referencia de Meteored prevé un cambio de tiempo que podría ser bastante brusco y que traería el frío y la nieve en unos días.
En estos últimos días la meteorología nos ha ofrecido un amplio repertorio de fenómenos en España, desde temperaturas de récord en algunas zonas hasta nevadas en las montañas, pasando por la calima, tormentas y algunas nieblas. Durante este fin de semana la llegada de una masa de aire cálida procedente del Atlántico provocará un ascenso térmico generalizado, con precipitaciones de poca entidad y que caerán en pocas regiones.
Sin embargo, como ya hemos ido avanzando en Meteored, esta situación anticiclónica no durará mucho, y la atmósfera se mostrará muy dinámica, con centros de acción muy móviles. Esto se traducirá en un tiempo muy variable e inseguro, ya con claros tintes de principios de primavera, que climatológicamente comienza el próximo 1 de marzo. Y si se cumplen las previsiones, en unos días llegará un cambio de tiempo importante.
El chorro polar bajará de latitud y podría traer lluvias, nieve y fuertes vientos
Según nuestro modelo de referencia, a partir del martes el chorro polar bajará de latitud, apuntando directamente hacia la Península, por lo que empezarían a llegar frentes bastante activos desde el Atlántico. También el viento del oeste o del noroeste arreciaría, por lo que el ambiente sería desapacible, aunque habría que ver si llegan más templados o más frescos a nuestro territorio.
De cara a la segunda mitad de la próxima semana el anticiclón podría ascender ligeramente de latitud, lo que favorecería la llegada de los noroestes y aire polar marítimo, por lo que las temperaturas bajarían y las nevadas serían de cierta entidad en las cordilleras, y especialmente en el Pirineo, Cordillera Cantábrica, Montes de León y en el Macizo Galaico. Esta situación la iremos confirmando en las siguientes jornadas, ya que la incertidumbre es elevada.
Incluso algunos escenarios no descartan que nos pueda cruzar algún embolsamiento de aire frío, lo que se traduciría en posibles nevadas en cotas bajas o medias-bajas, granizadas y nieve granulada, con un ambiente de pleno invierno, a lo que habría que sumar el viento, que se dejaría sentir en buena parte del país. Además, el temporal de mar sería bastante duro en las costas del norte.
¿Podría producirse una 'nortada'?
Durante el domingo de la próxima semana parece que habría una pequeña tregua, y a partir de ahí la dispersión es enorme. Parece que predominaría la circulación del cuarto cuadrante, con noroestes y precipitaciones más abundantes en el tercio septentrional y con nevadas en las montañas, pero no es descabellado pensar que un posible ascenso de la dorsal atlántica ayudaría a impulsar masas de aire más frías que puedan acabar desembocando en una 'nortada'.
Con esta última situación, hablaríamos de un ambiente bastante más frío, de crudo invierno, pero con precipitaciones y nevadas importantes tan sólo en el extremo norte, como suele ser normal en estos episodios. Curiosamente, podríamos tener los eventos más invernales de esta temporada coincidiendo precisamente con el final de la estación climatológica. Confiemos en que así sea y tengamos un gran aporte de nieve en las cordilleras españolas.
¿Dónde se producirían las precipitaciones más cuantiosas?
Es muy osado hablar de acumulados de lluvia y nieve a plazos tan largos y con una importante incertidumbre, pero en estos episodios los registros más significativos se suelen concentrar en el noroeste, vertiente cantábrica y en zonas de montaña, localmente con más de 100 l/m² en pocos días en ciertos sectores.
Después habrá que ir viendo la magnitud y la extensión de las nevadas, pero las principales cordilleras podrían despedirse del mes de febrero con unos espesores bastante decentes y localmente considerables. Y en esta ocasión la nieve podría caer también fuera de las montañas.
Desgraciadamente, de nuevo buena parte de la costa mediterránea y del extremo sur peninsular, a sotaventos de estos flujos de poniente o noroestes, se quedarían al margen, y ya haciendo bastante falta ya un buen episodio de lluvias por esas regiones, algo que de momento no atisba. Sí que llovería en Baleares, mientras que en Canarias las temperaturas bajarían, se reforzaría el alisio y podrían producirse precipitaciones, más cuantiosas en aquellos sectores expuestos al noreste.