Una DANA podría traernos los temidos 45 ºC la semana que viene
Las temperaturas subirán durante este fin de semana, muy por encima de la media, aunque todavía dentro de lo que cabría esperar en un mes de julio. Sin embargo, en unos días podríamos volver a hablar de valores extremos que poco tienen que ver con el calor típico del verano.
Durante este fin de semana la dorsal anticiclónica permanecerá bien asentada sobre la Península Ibérica. Debido a la intensa insolación que recibimos en estas latitudes en los meses de verano, se formará una masa de aire cada vez más cálido que impulsará los termómetros día tras día, alcanzando valores muy elevados.
Esta situación es completamente normal en verano y episodios como el de este fin de semana aparecen ocasionalmente en los meses cálidos, sin embargo, lo que sucederá la semana que viene ya sí podría ser extraordinario: a 850 hPa (unos 1500 metros) la temperatura de la masa de aire podría alcanzar los 30 ºC, algo que sólo ha sucedido anteriormente en las olas de calor más intensas registradas.
Una DANA intensificará el episodio de temperaturas altas
Según nuestro modelo, la dorsal seguirá bien asentada sobre el oeste de Europa y una DANA se desprenderá de la circulación de latitudes medias y quedará situada en el Atlántico norte, próxima a la Península Ibérica y desplazándose lentamente hacia el sur. Quedará situada al norte de Canarias, pero lo suficientemente alejada del archipiélago como para no afectarlo directamente. No se producirán precipitaciones en las islas y las temperaturas seguirán siendo elevadas en todo el archipiélago. Solo entre el lunes y el martes se producirá un descenso térmico pasajero que dejará los termómetros en torno a los valores normales.
En la Península Ibérica, en cambio, esta depresión aislada ayudará a bombear aire cálido del sur en niveles medios, reforzando la dorsal e intensificando el episodio de altas temperaturas hasta valores menos habituales. Inicialmente los valores más anómalos se alcanzarán en el interior del oeste peninsular, siendo el episodio de calor menos adverso y más habitual en la vertiente mediterránea, al menos los primeros días de la semana.
Con esta situación, los 40 ºC ya se superarán con facilidad en puntos del valle del Guadalquivir y en las vegas del Guadiana durante el fin de semana. Sin embargo, a partir del lunes estas cifras se extenderán a áreas más amplias del interior y cuadrante suroeste y no solo del tercio sur. La temperatura podría seguir subiendo durante el martes y el miércoles, superándose los 42 ºC en las zonas más cálidas y aproximándose a los 38 ºC o 40 ºC, incluso en zonas menos habituales, como es el caso de la Meseta Norte.
¿Podrían alcanzarse los 45 ºC?
La posición de la depresión del atlántico que se verá involucrada en este episodio de altas temperaturas es muy incierta a medio plazo. Esto significa que a partir del martes o el miércoles la evolución de este episodio de altas temperaturas está sujeto a cambios importantes.
Uno de los escenarios posibles muestra un acercamiento de esa DANA, lo que intensificaría la advección del sur, facilitaría la llegada de grandes cantidades de polvo en suspensión y favorecería la formación de nubes de evolución e incluso tormentas en zonas donde la humedad lo permita. Esto no impedirá que las temperaturas sigan siendo altas, pero difícilmente se acercarían a cifras tan extremas como los 45 ºC.
Sin embargo, otro escenario posible es que esta depresión se mantenga apartada de la Península. En este caso la advección del sur será más débil, no irrumpiría aire más frío en altura ni la inestabilidad favorecería la aparición de nubosidad y convección tan generalizada, además el polvo en suspensión, aunque seguiría llegando, no lo haría en cantidades tan importantes como para atenuar la radiación solar significativamente.
Este último escenario sí sería favorable para alcanzar temperaturas extremas, superando los 40 ºC también en puntos de la mitad norte, sin descartar los 45 ºC en el sur, pero lo más importante es que con ella, el episodio de calor intenso acabaría desembocando en una ola de calor potente y muy duradera que se extendería hasta el final de la semana.