Un tren de frentes apunta a España. ¡Ahora el bloqueo nos favorece!
Un chorro polar más bajo de latitud permitirá el acercamiento de las bajas presiones a la Península Ibérica y la llegada de frentes durante esta primera quincena de marzo. El bloqueo se trasladará al norte de Europa y obligará a estos sistemas a circular más al sur.
El frente frío de este jueves y la posterior borrasca mediterránea abrieron las puertas a un periodo que, sin duda, contrastará con lo acontecido durante el invierno meteorológico. Tras más de 2 meses ininterrumpidos de distintos patrones de bloqueo, con la temida sequía, que impedían la llegada de bajas presiones a España y Portugal, esta situación ha dejado un cambio muy notable. Las temperaturas diurnas han descendido y se han producido precipitaciones moderadas en zonas extensas, localmente fuertes. También ha apareciendo la nieve en cotas inferiores a 1000 metros en zonas del centro y norte.
La pregunta es, ¿estamos solo ante un espejismo o tendrá continuidad?
Lo cierto es que el patrón de circulación en el hemisferio norte ha cambiado radicalmente: los geopotenciales en el polo norte han subido y el chorro polar se ha desestabilizado, descendiendo de latitud. El bloqueo anticiclónico sobre Europa continúa, pero ya no está ubicado en el sur, sino en el entorno del Mar del Norte y la Península Escandinava. Eso cambia mucho las cosas.
Habrá un patrón de circulación que, a diferencia de en semanas anteriores, sí permite la llegada de frentes activos a la Península. Cabe esperar que este periodo más inestable se prolongue en el tiempo, probablemente abarcando esta primera quincena de marzo, según se aprecia en los escenarios previstos por nuestro modelo de confianza, el IFS de ECMWF.
¿Qué pasará con las lluvias?
Este nuevo escenario meteorológico se traduce en una circulación zonal bastante baja. Estaremos en un área con grandes contrastes térmicos, tanto en superficie como en altura, y por lo tanto con una fuerte inestabilidad baroclina. Esto favorece el desarrollo de ondas y borrascas que se irán desplazando de oeste a este. Esta situación se mantendrá durante la semana que viene y garantizará la llegada de frentes que dejarán precipitaciones repartidas en amplias zonas de la Península, así como intervalos de viento fuerte.
Tampoco podemos perder de vista el comportamiento de este nuevo bloqueo al norte de Europa. A finales de la próxima semana la incertidumbre vuelve a aumentar y se abren varios escenarios posibles. El más probable contempla un flujo de vientos del oeste y suroeste cada vez más marcado, lo que centraría las precipitaciones más abundantes en la vertiente atlántica, sin descartar tampoco algún temporal de viento de entidad. Quedaría por saber cuánto llegarán a desplazarse estas depresiones hacia el sur y, por tanto, si afectarán con fuerza sólo a la vertiente atlántica o también al resto de la Península.
Una opción que también se contempla, aunque es menos probable, es que el anticiclón situado sobre el Mar del Norte se desplace algo más hacia el este, facilitando la llegada de masas de aire frío del noreste de Europa al entorno del Mediterráneo, lo que probablemente permitiría la formación de bajas presiones en este sector.
En cualquier caso, no parece que vayamos a volver al escenario anticiclónico persistente del que procedemos, al menos en esta primera quincena de mes. Sin duda, hacen falta varias semanas de precipitaciones generalizadas para compensar la escasez de los últimos meses, pero esta primera mitad de marzo supondrá claramente un alivio importante en muchas zonas.