Temporada de tormentas en España: este jueves tendremos el primer episodio
Durante la segunda mitad de la primavera las tormentas cobran protagonismo. Esta semana tendemos algunas, principalmente el viernes al paso de un frente, pero será de cara al mes de mayo cuando aumente la actividad tormentosa.
Iniciada la segunda quincena de abril, lo normal es que las tormentas vayan cobrando protagonismo lo que resta de mes, debido al papel cada vez más relevante de la convección, en combinación con las entradas de aire frío en altura que, ocasionalmente, vaya deparando el devenir atmosférico.
Lo cierto es que el carácter seco (sin apenas lluvias salvo por el extremo norte peninsular) y cálido de lo que llevamos de abril, no ha propiciado hasta la fecha la aparición de tormentas. A corto y medio plazo, el modelo del Centro Europeo sí que pronostica algunas, aunque, de momento, no se vislumbra un episodio marcadamente tormentoso.
El tiempo seco y soleado dominante, sin apenas lluvias en gran parte del territorio peninsular y en los archipiélagos, y con unas anomalías cálidas casi permanentes que se suceden debido a las temperaturas diurnas significativamente altas que estamos teniendo (calores impropios el pasado mes de marzo y la parte transcurrida de abril), aparte de agudizar la sequía, se ha convertido también en un inhibidor de las tormentas de masa de aire, que otros años más lluviosos ya acontecen en la primera mitad de la primavera.
La pérdida de humedad del suelo está provocando en muchas zonas del país una alta sequedad ambiental, lo que actúa como un factor inhibidor del desarrollo vertical de las nubes convectivas típicas de la estación.
Mayo es un mes de tormentas
A falta de ver lo que nos depara la segunda parte de abril, en mayo casi seguro que las tormentas no faltarán a su cita. Ese mes la actividad tormentosa se dispara. Con el verano cada vez más cerca, la insolación sigue aumentando, se intensifican las térmicas y con ello el crecimiento de los cúmulos y su evolución a cumulonimbos cuando hay inestabilidad atmosférica.
A lo largo del mes de mayo se suelen producir tormentas fuertes, llegando en ocasiones a afectar a zonas extensas y produciéndose ocasionalmente intensas granizadas, comparables a las que pueden acontecer en verano.
Tal y como podemos ver en el mapa adjunto, elaborado por AEMET a partir de datos climatológicos de días de tormenta en mayo para un periodo de 21 años (1995-2016), los valores más altos se alcanzan tanto en el entorno del Sistema Ibérico como en los Pirineos, donde en amplias zonas hay en promedio 5 días de tormenta, subiendo hasta los 6, e incluso 7, en zonas altas de la cordillera pirenaica. Comprobamos también que en ambas mesetas la actividad tormentosa también es destacada, de donde se deduce que a lo largo del mes acontecen varias situaciones en las que descargan tormentas.
Primeras señales de actividad tormentosa
Esta semana seguiremos con estabilidad atmosférica, con la única excepción del sábado, en que un frente cruzará la Península y dará lugar a algunas tormentas. Hasta ese día seguirá dominando el tiempo seco y soleado, y continuaremos con temperaturas diurnas altas, especialmente en el suroeste peninsular.
Hoy martes se producirán por la tarde algunos chubascos en el nordeste de Cataluña, afectando principalmente a la provincia de Girona, aunque es poco probable que vengan acompañados de actividad tormentosa. Mañana sólo esperamos algunas lluvias por el área del Estrecho y la Costa de Sol.
El jueves podrán descargar algunos chubascos por la tarde en el norte el Pirineo y Prepirineo aragonés y catalán. El viernes, un frente atlántico alcanzará a últimas horas el extremo occidental de la península. Aparte de irse nublando los cielos por la mitad oeste, crecerán nubes de evolución diurna en muchos puntos del interior peninsular, produciéndose chubascos tormentosos en numerosas regiones, aunque serán más probables en la Cordillera Cantábrica, Sistema Ibérico y Pirineos.
En la jornada del sábado el frente acabará de cruzar la península descargando lluvias en general débiles. Las precipitaciones sólo serán generosas en el noreste, donde además irán acompañadas de tormenta. Ese será el caso del norte de Aragón y gran parte del interior y norte de Cataluña. En estas zonas el modelo europeo anticipa acumulados algo superiores a los 20 litros por metro cuadrado. El domingo volverá a imponerse la estabilidad atmosférica, despejándose los cielos en la mayor parte del país.