Tormentas fuertes... ¿con el verano llamando a la puerta?
Durante los próximos días aún tendremos algo de aire frío en altura sobre la Península, e incluso se podría descolgar alguna gota fría. Sin embargo, según algunos modelos parece que el verano quiere llegar a partir de la semana que viene.
Arrancamos las dos últimas semanas de la primavera climatológica pendientes de nuevo de las tormentas localmente intensas que pueden afectar a la Península Ibérica durante los próximos días. Este episodio continúa con la tendencia de relativa inestabilidad que nos acompaña desde hace unas semanas y que, por otra parte, ya es más típica de primavera.
Durante los próximos días vamos a continuar con el flujo de levante, gracias al desplazamiento de las altas presiones hacia Escandinavia, que además canalizará algo de aire frío en altura hacia nuestro país. Calor en superficie, cierta inestabilidad en capas medias y altas, y viento templado y húmedo procedente del Mediterráneo, ¡un buen caldo de cultivo para las tormentas!
En definitiva, durante los próximos días las tormentas estarán repartidas a lo largo y ancho del solar ibérico, aunque serán más probables e intensas en el interior y en zonas de montaña. Sin embargo, tendremos que estar muy atentos al posible descuelgue de una pequeña gota fría hacia el martes, que podría cambiar totalmente la previsión de cara a mediados de la próxima semana.
Dependiendo de la trayectoria de esta posible gota fría, las tormentas más intensas se puedan dar en una zona u otra, aunque como es habitual en este tipo de situaciones, todavía hay bastante dispersión entre los modelos. Durante los próximos días no descartamos que podamos tener algunos chaparrones localmente fuertes y acompañados de granizo. ¿A quién le tocará la lotería? Nos espera un seguimiento apasionante.
¿Y después ya llega el verano?
De acuerdo con el modelo Europeo, tras el descuelgue de esta gota fría que rondará nuestro país hacia mediados de la próxima semana, el anticiclón de las Azores será el amo y señor de la situación sinóptica, con la llegada de masas de aire de origen africano, viento de levante y temperaturas más habituales para finales de primavera-principios de verano, especialmente en el suroeste peninsular, aunque el modelo no descarta que aún puedan quedar algunos restos de inestabilidad.
Sin embargo, el modelo americano, el GFS, ve una situación sensiblemente más inestable y variable, con una atmósfera muy dinámica y una sucesión de descuelgues de vaguadas y alguna que otra gota fría sobre la Península Ibérica, por lo que seguiríamos entretenidos unos días más. Primero vamos a disfrutar lo que tendremos en los próximos días, con temperaturas contenidas e inestabilidad, algo que se agradece por estas fechas.