Pronóstico de lluvias en España para la próxima semana, ¿llegarán borrascas con ábregos, los "vientos llovedores"?

El tiempo parece que está a punto de cambiar en España. Durante los últimos días una masa de aire fría, con origen en el interior del continente europeo, ha permitido que las temperaturas alcancen valores algo más invernales, con heladas débiles o moderadas en el interior que volverán a repetirse durante el fin de semana.

Por otra parte, las precipitaciones que afectaban al tercio norte peninsular, de nieve en zonas de montaña, han ido remitiendo al disminuir progresivamente la intensidad de la advección y el contenido de humedad de la misma.

Al quedar bajo la influencia de una importante dorsal anticiclónica y un pantano barométrico en superficie, las masas de aire no se moverán mucho del lugar durante este fin de semana, por lo que tenderán a continentalizarse sobre la Península. Aparecerán más nieblas y se generalizarán las heladas nocturnas en el interior, aunque sin valores anómalos para esta época del año.

Como adelantábamos, en cualquier caso, esta situación no parece que vaya a durar mucho; la dorsal anticiclónica se debilita y surgirán altas presiones en latitudes elevadas que forzarán al chorro polar a discurrir más al sur.

Con esta situación cabe esperar que durante los primeros días de la semana nos alcancen los restos de algunos frentes que podrían dejar lluvias débiles en puntos de la vertiente atlántica y mayor nubosidad en el resto. Sin embargo, será a partir de mediados de semana, durante el miércoles y el jueves, cuando borrascas y frentes de mayor entidad puedan afectar a la Península, generalizándose las precipitaciones.

¿Situación de vientos ábregos a la vista?

En realidad, la posición de los principales centros de acción no está muy clara y podrían producirse entradas de masas de aire tanto de latitudes subtropicales, como es habitual en situaciones de ábregos, como de zonas algo más polares. La excepción parece clara a mediados de semana, cuando una borrasca permitirá la entrada de vientos de suroeste, cargados de humedad y con potencial de producir lluvias generalizadas.

En cualquier caso, sí parece que con la distribución prevista de las zonas de baja presión, la presencia de advecciones procedentes del Atlántico será importante. La probabilidad de que los ábregos, responsables de lluvias extensas y persistentes en la vertiente atlántica, vuelvan durante los últimos días de noviembre y comienzo de diciembre es, por tanto, elevada.

Lluvias más generalizadas y temperaturas suaves

Con la situación prevista actualmente, lo más probable es que las lluvias se generalicen algo más a mediados de semana con la llegada de centros de bajas presiones desde el Atlántico. La masa de aire fría y seca que se encuentra sobre la Península será sustituida por otra más templada y húmeda que hará ascender las temperaturas, especialmente las nocturnas, desapareciendo las heladas del interior peninsular.

Por otra parte, no está previsto que estas advecciones atlánticas adquieran suficiente intensidad como para desencadenar una situación especialmente adversa, pero sí habrá que prestar atención más a largo plazo a la distribución de zonas de baja presión en el Atlántico y a las altas presiones en el entorno de Groenlandia e Islandia.

Si el chorro polar se ve forzado a descender de latitud demasiado podrían repetirse eventos similares a los vividos en los primeros días de noviembre, aunque por ahora es sólo uno de los varios escenarios contemplados.