Otoño 2022: late el riesgo de DANA en el Mediterráneo, también de sequía
Estamos a las puertas del otoño climatológico, la época de mayor riesgo de lluvias torrenciales en la vertiente mediterránea, mientras que en otras muchas regiones la situación es crítica por la sequía. ¿Qué podría suceder en el próximo trimestre?
El próximo 1 de septiembre comenzará el otoño climatológico. Arrancará con buena parte del país sumido en una grave sequía, que se ha ido agudizando este verano en muchas cuencas, extendiéndose y ampliándose las restricciones en numerosos municipios.
Por si fuera poco, entramos en la época de mayor riesgo de lluvias torrenciales, con un Mediterráneo que ha alcanzado temperaturas de 30 ºC o más en las aguas del mar Balear y del golfo de Valencia: se habla de la llegada inminente de una gran "gota fría".
Algunos apuntes climático sobre el otoño
El otoño climatológico (trimestre septiembre, octubre y noviembre) es un período muy complejo desde el punto de vista meteorológico y climático. Las noches son más largas, las temperaturas empiezan a descender, sobre todo en el interior y en la mitad norte peninsular, y las heladas son muy habituales en la alta montaña. Aunque en ocasiones la primera parte de la estación puede ser una prolongación del verano. Está perdiendo sus rasgos de estación transitoria.
Pero sin duda, el protagonismo se lo lleva la lluvia: es la estación más lluviosa del año en el litoral mediterráneo, Pirineos y en algunas zonas del centro y noroeste peninsular. En casi todas las demás regiones es el segundo período más húmedo.
Las situaciones de lluvia son muy variadas en esta época: tormentas intensas y pedrisco, precipitaciones torrenciales asociadas a descuelgues de gotas frías o DANAs, eventos de lluvias cálidas o los primeros temporales de poniente de cierta entidad de la temporada. Y este año mucha gente está pendiente de su llegada.
El otoño comenzará más cálido de lo normal
Las previsiones que manejamos en Meteored, basadas en nuestro modelo de confianza, señalan que septiembre será un mes más cálido de lo normal en casi todo el país, continuando con la tónica de este verano de récord. En gran parte de la Península y Baleares las temperaturas podrían quedar entre 1 y 1,5 ºC por encima del promedio. En el litoral norte, Pirineos y en el extremo sur serían entre 0,5 y 1 ºC más altas respecto a la media de las fechas. En el Golfo de Cádiz y Canarias no se aprecian anomalías.
Sin embargo, sí se aprecia que las temperaturas tenderán a normalizarse en todo el territorio conforme vaya pasando el otoño. En octubre en muchas zonas podrían tener temperaturas de 0,5 a 1 ºC más altas respecto a los valores habituales para la época, mientras que en noviembre no se aprecian anomalías respecto al promedio de este mes en casi ningún punto del país. En Canarias no prevén anomalías significativas en el conjunto del otoño.
La vertiente mediterránea sí podría quedar expuesta a los temporales otoñales
Sin embargo, la lluvia acapara el protagonismo actualmente: por un lado, es muy necesario que llegue en abundancia para paliar la gran sequía que sufren muchas cuenca; por otro, es la época clásica de los grades diluvios mediterráneos, de consecuencias catastróficas en algunas ocasiones.
De momento, no podemos dar buenas noticias. En septiembre se espera algo menos lluvia de lo normal en zonas del sureste y por el noroeste peninsular. Solo en Cataluña podría ser un mes más húmedo respecto a los valores medios de la época.
En octubre y noviembre todo apunta a que se agudizarán las diferencias entre las vertientes atlántica y mediterránea. En la primera el resto del otoño podría ser mucho más seco de lo normal, por lo que ante este escenario la sequía se seguiría agravando en muchas zonas que están ya en una situación complicada.
Frente a esas regiones, octubre y noviembre podrían ser más lluviosos respecto al promedio en Cataluña, Baleares, Comunidad Valenciana, Región de Murcia y en zonas aledañas. Para el archipiélago canario no se aprecian anomalías significativas en la precipitación para el próximo trimestre.
"Escudo antiborrascas" en el Atlántico
Las previsiones que manejamos en Meteored señalan que probablemente no llegarán muchas borrascas atlánticas o los ábregos, ya que los mapas prevén que el anticiclón estará rondando entre las Azores y Centroeuropa, bloqueando la llegada de las bajas presiones.
En cambio, sí se intuye una corriente en chorro ondulada, con posibles descuelgues de aire frío (vaguadas o DANAs) en el entorno peninsular, y especialmente en la vertiente mediterránea.
¿Habrá una gran "gota fría" en el litoral mediterráneo?
Este verano se ha hablado más que nunca de la llegada de una gran gota fría otoñal debido a las altísimas temperaturas que está registrando las aguas del Mediterráneo. Desde Meteored creemos que es necesario aclarar varias cuestiones.
La primera es que un mar cálido por sí mismo no puede generar lluvias torrenciales. Aunque el potencial es mayor, se trata de un ingrediente importante pero no determinante. Es necesario que se den una serie de factores a la vez, siendo los imprescindibles la presencia de un descuelgue de aire frío (gota fría o DANA) y la entrada de vientos marítimos cargados de humedad.
Aunque parece que el Mediterráneo va a estar más cálido de lo normal en otoño, eso no asegura un gran evento de precipitaciones intensas. Dicho esto, muy probablemente en algún lugar de la cuenca lo tendrán, pero recordemos que en 1995, 2003, 2015, 2017 o en 2021 el mar alcanzó temperaturas muy elevadas y después no sucedió gran cosa en otoño.
Mitos de la "gota fría"
Es un error utilizar gota fría o DANA como sinónimos de lluvias torrenciales, ya que simplemente estos elementos son bajas en altura desprendidas de la circulación del oeste. Solo un pequeño porcentaje acaba con un gran evento pluviométrico extremo, y no hay que olvidar que no todas las precipitaciones intensas están asociadas a las DANAs.
Por último, no es necesario que se registren acumulados desorbitados para que se produzcan problemas. Un aguacero muy intenso y concentrado ya puede provocarlos, y más si se ha ocupado o construido sobre ramblas, arroyos marjales, albuferas y otras zonas inundables, algo muy frecuente en nuestro país.