Nuestros mapas insisten: el frío podría llegar a España a partir de este día

El ambiente cálido podría tener los días contados si se confirma el desalojo de aire polar dentro de unos días. La clave estará en el posicionamiento de un anticiclón de bloqueo en el Atlántico norte.

Las últimas semanas se han caracterizado por la suavidad térmica en España, registrándose incluso noches tropicales en noviembre a orillas del Mediterráneo. El flujo de vientos de levante y el anticiclón en latitudes altas nos han protegido del frío, aunque la tendencia podría cambiar en la próxima semana.

De cara al lunes, se volverá a formar un potente bloqueo anticiclónico en las Islas británicas. En su borde oriental, se deslizará una masa de aire polar que irá descendiendo de latitud desde los países escandinavos hasta el Mediterráneo, formando una profunda borrasca en Italia.

Si se confirma este cambio de tendencia, se producirá una renovación de la masa de aire, con vientos del primer cuadrante (nortes y estes), y una bajada general de las temperaturas en buena parte de la Península y Baleares.

Ya hay fecha para el desalojo de aire polar

La entrada fresca podría iniciarse a mediados de la semana que viene y las anomalías persistirían como mínimo una semana. El modelo europeo apuesta en su tendencia semanal por una normalización de las temperaturas, e incluso podrían situarse ligeramente por debajo de la media en zonas del norte y de la mitad este.

En puntos de la vertiente mediterránea y del norte quedarían más expuestos a esta entrada de aire más fresco.

Este tipo de entradas frías suelen caracterizarse por dos momentos distintivos. Al principio, la nubosidad es abundante en algunas zonas y hay precipitaciones por flujo inestable en el Cantábrico, Pirineos y chubascos en zonas de convergencia de viento entre Cataluña y Baleares. El viento predominante en estas situaciones es el de tramontana y cierzo en el valle del Ebro.

En esta primera fase, que comprendería del miércoles que viene al viernes, las temperaturas máximas son bajas, pero no tanto las mínimas, debido al viento y las nubes.

Hay que recalcar que en absoluto será un episodio de frío intenso, aunque en algunas zonas las temperaturas podrían situarse algo por debajo de los valores medios de mediados de noviembre.

Una vez calma el viento y vuelve a establecerse el anticiclón, las máximas se recuperan, pero el ambiente nocturno se enfría considerablemente. En noches serenas sin nubes, las heladas hacen acto de presencia en zonas llanas y valles, intensificándose en estos sectores. Esta segunda fase podría darse a partir del jueves que viene.

El modelo europeo prevé un invierno cálido en España

Existe más de un 50-60 % de probabilidad de que las temperaturas entre diciembre y febrero se sitúen en el tercio superior. La probabilidad supera el 70% en el área mediterránea, Canarias, costas de Galicia y las bañadas por el mar Cantábrico. Esta previsión procede de nuestro modelo de referencia, y que hemos analizado hace unas horas en Meteored.

El refrescamiento se empezará a notar el martes, pero será más evidente el miércoles y jueves, especialmente en las máximas.

Según la AEMET, hay un 50% de probabilidad de que el trimestre noviembre-diciembre y enero sea cálido en la Península y solo un 20% de que sea frío. El primer tramo de invierno podría ser particularmente cálido en ambos archipiélagos, con una probabilidad del 60% de ser cálido en Baleares y 70% en Canarias.

Este tipo de anomalías podrían explicarse por una zonal atlántica marcada. Esto es, una gran actividad de borrascas y frentes viniendo desde el Atlántico. Estas borrascas arrastran consigo aire templado y precipitaciones abundantes en Galicia y zonas de montaña expuestas al suroeste. Cuando la dinámica atlántica está muy presente, las temperaturas suelen ser suaves y las heladas quedan restringidas a zonas de alta montaña.