Algo hace raro a este temporal invernal que aguarda a la borrasca Fien
Ayer una de las borrascas que influirán en el tiempo de los próximos días en España fue bautizada como "Fien". Amenaza con dejar un temporal invernal, con fenómenos destacables como viento, lluvia y nieve, pero tiene un rasgo muy anómalo que se podría pasar por alto.
El chorro polar está ondulándose, dibujando una gran onda de Rossby que ganará amplitud con el paso de las horas hasta abrazar todo el oeste europeo, desde el Algarve portugués, hasta las costas de Argelia y el mar Adriático. La vaguada contendrá una cantidad ingente de aire frío, sobre todo en las capas medias y altas de la troposfera, donde los registros podrían descender de los -38 ºC. Lo que ocurra allí, a unos 5000 metros de altitud, quedará probablemente en anécdota, pero de las más sobresalientes, porque en temperatura y geopotencial tiene visos de batir récords.
Esto, que por su rareza trascenderá seguro en las libretas de efemérides de muchos expertos, apenas tendrá cabida en la gente de a pie a través de cotas de nieve más bajas.
¿Dónde nevará con la borrasca Fien?
En medio de este seno de bajas presiones aparecerá la borrasca Fien que, desde la lejanía, porque su mínimo depresionario estará en la Bretaña francesa, intensificará el pasillo al viento del noroeste que se abrirá en las próximas horas. Además de distante, será un centro de bajas presiones algo desdibujado, al formar parte de otra borrasca mayor que sobrevolará Escandinavia. Pese a esto, logrará extender una línea de precipitaciones que entrará mañana por el noroeste peninsular y dejará nevadas de consideración en las montañas septentrionales a partir de tan solo 600 o 700 metros, esto último ya, sobre todo, adentrada la madrugada del martes.
A lo largo de este día y especialmente del miércoles la cota de nieve seguirá desplomándose, hasta rondar los 300 o 400 metros en el norte peninsular, los 500 a 700 metros en el interior y quizá poco más arriba en las montañas del sureste. Este descenso vendrá ligado al momento de temperaturas más bajas en España previsto para estos días y el jueves, un ambiente frío que, además, se verá recrudecido por el vendaval.
Las lluvias y el blanco meteoro se extenderán de noroeste a sureste por gran parte del país, dejando los acumulados más importantes a orillas del cantábrico, de hasta 200 litros por metro cuadrado en Asturias o Cantabria, e insignificantes en el sur de Cataluña, litoral de la Comunidad Valenciana, Murcia y Almería.
Un vendaval con rachas superiores a los 100 km/h
El mencionado viento del norte y noroeste será uno de los fenómenos más llamativos del temporal. Primero Fien y después alguna otra nueva borrasca, que seguirá sus mismos pasos, incrementarán la fuerza de las ráfagas que sobrepasarán los 100 km/h en el litoral y primeros relieves de la vertiente cantábrica, sistema Central e Ibérico incluyendo sus estribaciones.
En el resto de la península y Baleares las rachas más intensas se aproximarán a los 60 u 80 km/h, que tampoco supondrán un riesgo menor. El extremo suroeste peninsular, zonas de Girona y Canarias serán las zonas menos zarandeadas por la “nortada”.
Habrá heladas moderadas
En cuanto a las heladas, la próxima madrugada será bastante fría, con registros bajo cero en las montañas del norte y la mitad este peninsular, así como en otras zonas llanas de Castilla-La Mancha. Después las temperaturas mínimas subirán de forma transitoria, no así las máximas que irán descendiendo, sobre todo el miércoles.
Entre el jueves y la primera parte del viernes, con el aire ártico ya asentado sobre nuestro país y el viento menos intenso, los valores nocturnos caerán en picado y helará en la mayor parte de la península. De madrugada, el mercurio marcará entre -4 y -6 ºC en ciudades como Ávila, Cuenca y Granada. No serán registros superlativos en general, pero sí llamarán la atención tras este inicio de invierno tan templado. El temporal amainará llegado el fin de semana.