Tiempo de Navidad: ¿con ábregos y fuertes lluvias o más bien tranquilo?

Durante lo que queda de semana seguiremos expuestos al paso de la borrasca Efraín, que actualmente está dejando lluvias muy intensas e incluso inundaciones en puntos de Extremadura y sur del Sistema Central. Poco a poco se internará en el territorio peninsular mientras pierde intensidad progresivamente. Esto nos garantiza unos próximos días lluviosos y con abundante nubosidad en buena parte de la península, ¿y después?

Todo apunta a que durante la semana que viene, semana en la que comienzan las fiestas navideñas, una potente dorsal anticiclónica emergerá abarcando buena parte de Europa y poniendo fin al tránsito de borrascas. También ascenderán las temperaturas en el continente al alejarse progresivamente la masa de aire frío. Sin embargo, en la península ibérica, actualmente inmersa en aire de procedencia subtropical, las temperaturas nocturnas probablemente sean notablemente más bajas que las actuales.

Este periodo de mayor estabilidad facilitará la presencia de cielos poco nubosos, ausencia de precipitaciones y un mayor contraste térmico entre el día y la noche, con la aparición de heladas en algunas zonas. Si acaso podría llegar algún frente, aunque mucho más debilitado que los actuales, al cuadrante noroeste y la vertiente Atlántica. También podrían aparecer bancos de niebla en zonas propensas a la inversión térmica.

Frente a esto, el modelo europeo, nuestros mapas de referencia, no tienen tan claro que esta dorsal anticiclónica vaya a ser persistente, por lo que habrá que seguir muy pendientes de las próximas actualizaciones.

Navidad y Nochevieja con posible circulación atlántica, los efectos

Si bien no podemos saber aún qué situación dominará durante la Navidad o las fechas próximas a Nochevieja, uno de los escenarios que el modelo europeo considera como más probable es que las altas presiones sigan teniendo cierta tendencia a subir de latitud, dando lugar a un chorro polar aún debilitado y con meandros importantes. Sin ser una situación tan marcada como la de estos días, sí parece posible que las borrascas puedan descolgarse a latitudes bajas y tengan potencial de afectar directa o indirectamente a la Península.

Este escenario traería consigo unas fiestas navideñas bajo la influencia de una circulación atlántica, al menos en sus primeros días, pero menos marcada que la actual, con periodos estables más prolongados. Si esta circulación no es especialmente intensa, la nubosidad y las precipitaciones sólo afectarán a ciertos sectores de la vertiente atlántica. No obstante, no es descartable un escenario en el que los frentes puedan afectar a la península de una forma más directa, extendiendo las lluvias por el resto del territorio durante el paso de los mismos.

Como decíamos, las temperaturas empezarán siendo más bajas que las actuales como consecuencia de una próxima semana estable, con poca nubosidad nocturna en amplias zonas y el consecuente enfriamiento por irradiación propio de estas fechas. Sin embargo, si se establece este flujo de procedencia atlántica, las temperaturas después volverán a suavizarse por las noches y a descender en horas diurnas a partir de finales de semana. La nieve, en principio, quedará restringida a zonas de montaña al no apreciarse la llegada de masas de aire especialmente frío al entorno peninsular.

Por supuesto, queda lo más importante: detalles y previsiones a escala local que confirmen o desmientan estas primeras impresiones región por región, pero para eso hace falta esperar a que los plazos sean más cortos, de tan sólo unos pocos días. Las previsiones de largo plazo sólo pueden focalizarse en circulaciones y sistemas de gran escala que, por sí solos, no definen situaciones concretas a escalas pequeñas, aunque pueden darnos una pista general.