NAO negativa, tiempo de diciembre movidito en España. Las borrascas acechan
Según la Oscilación del Atlántico Norte (NAO), índice climatológico que permite conocer el futuro meteorológico a medio plazo en España, vienen curvas para la primera mitad de diciembre. Te lo contamos todo.
La NAO es uno de los patrones más influyente en nuestro clima. Este índice nos proporciona una excelente información sobre cómo se está comportando y cómo va a evolucionar el flujo atmosférico, es decir, nos puede anticipar cómo se moverán las distintas masas de aire frío y cálido que se encuentran a norte y sur de nuestra corriente en chorro.
Su valor se calcula a partir de la diferencia de presión a nivel del mar entre la baja presión de Islandia y la alta presión de Azores. El resultado de este cálculo puede dar un índice positivo o negativo y, según indican los modelos, está a punto de volverse negativo. ¿Qué significa exactamente y cómo podrá afectarnos?
Efectos de una NAO negativa
Durante esta fase, tanto el anticiclón de las Azores como la baja presión de Islandia están debilitados y el gradiente de presión entre ambos sistemas es pequeño. Esta reducción en la diferencia de presión da como resultado una corriente de chorro más debilitada y más ondulada, lo que se traduce en más inestabilidad.
Estas condiciones provocan en el norte de Europa una disminución de los temporales, con precipitaciones por debajo del promedio y temperaturas, también, por debajo de lo habitual. Sin embargo, al sur de Europa, y en concreto en la península ibérica, se experimenta un aumento de las borrascas con precipitaciones superiores a la media.
Los principales fenómenos meteorológicos asociadas a la NAO negativa son las vaguadas, las borrascas y las advecciones polares, siberianas o continentales.
En diciembre tiempo frío y revuelto, por tanto
Como decíamos, la tendencia para la primera quincena de diciembre muestra una clara situación meteorológica de NAO negativa y esto se traduce, ahora mismo, en dos escenarios posibles.
Frío intenso con una advección siberiana
Entre todos los fenómenos asociados que se pueden desencadenar a raíz del índice negativo, los modelos barajan, como uno de los escenarios posibles, que España acabe bajo la influencia de una advección siberiana, es decir, con una entrada de aire frío y seco del continente.
Para que se cumpla este patrón, debe haber primeramente una atmósfera estable en el norte del continente asiático, la superficie debe contener una amplia cobertura de nieve y, por último, un importante anticiclón de bloqueo entre Rusia y Escandinavia. Esta configuración, propiciará un pasillo de vientos del noreste que empujarán la masa fría rusa sobre España.
Todo estos criterios se cumplirán según la predicción y parece que, cada vez más, empieza a ser favorable que esa masa de aire que se está gestando sobre la estepa rusa se dirija hacia Europa, con una gran entrada de aire frío continental que desplomará las temperaturas y la humedad.
La península entre numerosas borrascas
Hay una segunda configuración factible en la que, con una borrasca ubicada al oeste de Portugal y dos centros de altas presiones sobre el Atlántico norte y Escandinavia, España quedaría en zona favorable para la formación de borrascas durante unos cuantos días, tal y como avanzó ayer Víctor González. Este escenario supondría temperaturas no tan bajas pero bastantes precipitaciones durante la primera mitad de diciembre. Aunque esta disposición no estaba hace unos días en las quinielas, esta semana, al menos, acabará de esta guisa.