Mañana crecerán tormentas como si estuviéramos en primavera y salpicarán España de chaparrones

En las próximas horas una vaguada cruzará la Península, favoreciendo el crecimiento de algunos chubascos y tormentas que pueden ser localmente fuertes: una situación más típica de primavera que de principios de diciembre.

En las últimas horas una masa de aire muy cálida para la época se ha instalado sobre la Península y Baleares, dejando temperaturas anormalmente suaves en gran parte de nuestra geografía. No obstante, ya durante la jornada de ayer tuvimos algunos cambios en forma de tormentas localmente intensas en varias comarcas gallegas.

Una vaguada cruzará la Península, favoreciendo la convección

Este domingo un frente frío recorrerá el noroeste peninsular, y la masa de aire cálido se irá desplazando hacia el Mediterráneo. Además, en altura la Península se encuentra en el borde delantero de una vaguada, lo que favorece la convección. Por último, España se encuentra rodeada de mares y océanos cuyas aguas están anormalmente cálidas para la época, otro factor a considerar.

Se están produciendo aguaceros intensos y tormentosos en Galicia que se irán extiendo a otras zonas del cuadrante noroccidental, Sistema Central, Extremadura y Sierra Nevada, sin descartar algunos chubascos fuertes de carácter local. Se producirán algunas nevadas en cotas altas, con tendencia a bajar al final de la jornada.

Mañana se esperan algunos chubascos y tormentas en estas zonas

Mañana seguirá el ambiente variable en buena parte de nuestra geografía. La línea de inestabilidad avanzará de oeste a este por la Península, a la vez que la onda en altura nos irá cruzando. Esto favorecerá el desarrollo de chubascos y algunas tormentas, una situación más propia de primavera que de principios del invierno climatológico, que arranca hoy 1 de diciembre.

Mañana aparecerán chubascos y algunas tormentas en varias zonas de la Península. Serán de carácter local e irregular, pero descargarán con fuerza.

En la primera mitad de la jornada el frente dejará precipitaciones más abundantes y persistentes en la vertiente cantábrica, sin descartar alguna tormenta ocasional. En Castilla y León, La Rioja, Navarra, Aragón, entorno del Sistema Central, norte de Guadalajara y en Cáceres aparecerán algunos chaparrones, puntualmente algo intensos. De forma más débil y dispersa se formarán en otras áreas del sur y sureste.

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De cara a la segunda parte de mañana, nuestro modelo de cabecera muestra que estos aguaceros ocasionalmente tormentosos persistirán en el Sistema Central, sur de Castilla y León, Extremadura, sierra madrileña, Guadalajara y entorno del Ibérico. Las precipitaciones se mantendrán en la vertiente cantábrica, extendiéndose al Pirineo, sobre todo en la divisoria y en la cara norte, con una cota que tenderá a situarse en torno a los 2000 metros.

Los aguaceros acabarán llegando a Cataluña, Comunidad Valenciana, Región de Murcia y Almería. Serán de carácter irregular y más bien aislados, pero pueden descargar con cierta intensidad. También caerá la nieve en Sierra Nevada, y a últimas horas se registrarán algunas lluvias débiles o localmente moderadas en otros lugares del interior del sureste, Baleares y Huelva.

Mejoría transitoria a partir del martes, a la espera de un posible cambio radical para el puente

Durante la madrugada del martes la vaguada se situará sobre la vertical de la costa mediterránea, con chubascos y tormentas localmente fuertes en Cataluña y Baleares, que tenderán a retirarse conforme vaya avanzando la jornada. Por otro lado, finalmente parece que en Canarias sólo se registrarán algunos chubascos dispersos en las islas occidentales en el comienzo de la semana.

En las primeras horas del martes los chubascos descargarán con fuerza en puntos de Cataluña y del archipiélago balear.

Las temperaturas bajarán en la vertiente atlántica y sobre todo en la costa cantábrica, repuntando a orillas del Mediterráneo y en el valle del Ebro. Más allá del paso de algún frente y una estabilización progresivo, en Meteored estamos muy pendientes de un probable cambio radical de cara al puente que vendría de la mano de una masa de aire ártico o polar.