Lluvias, vendaval, nevadas y el posible colofón de una ‘ola de frío’. Las 4 claves de la irrupción polar en España
La irrupción de aire polar previa al día de Reyes ya está asegurada y promete dejar una amalgama de fenómenos meteorológicos de impacto. Después podría llegar una ola de frío a España.
La meteorología anodina de los últimos meses parece que, con el cambio de año, ha entrado en una nueva etapa. Pronto irrumpirá el aire polar en España y esa advección parece que podría cimentar la primera ola de frío del invierno.
Aunque aún no se note, el escenario se está reconstruyendo con un chorro polar más ondulado que dará lugar a un anticiclón de bloqueo sobre las islas británicas. Ese centro de altas presiones levantará un muro para las borrascas que normalmente fluyen por esas latitudes y se tendrán que reinventar. Deberán buscar nuevos caminos, quizá sobre la península ibérica o muy cerca.
La primera borrasca de relumbrón parece que se ubicará en el golfo de Génova, un emplazamiento típico de estas fechas que suele derivar en entradas de aire gélido a Europa. Para que eso ocurra en el día de Reyes, antes una vaguada tendrá que progresar por la zona más occidental del continente. Donde estamos nosotros.
Aquí notaremos esa puesta en marcha de la cinta transportadora del frío y después tendremos que lidiar, muy probablemente, con sus efectos. Vamos a repasar los fenómenos que iremos experimentando.
Un frente con lluvias intensas
En las próximas horas las precipitaciones comenzarán a progresar por el oeste peninsular, aunque aún tendrán poco que ver con el episodio que comentamos. Esas lluvias serán intensas y persistentes hoy en Galicia, mañana en el suroeste de Castilla y León y el jueves entre Extremadura y Andalucía. Tendrán un ambiente ideal para prodigarse con un río atmosférico de humedad que se extenderá desde el oeste de Canarias.
Decir que ese frente será el telonero del episodio frío es hacernos un flaco favor, porque ya traerá lluvias de por sí notables que supondrán un riesgo a tener en cuenta en las zonas mencionadas. Además sería reduccionista, porque todo apunta a que el jueves se unirá al otro ya sí ligado al envite polar. De ahí saldrá una línea de precipitaciones que dejará bastantes litros en el interior sur de la Península. Y eso es una magnífica noticia.
Rachas de viento de 100 km/h
En la mañana del viernes, justo cuando la zona delantera de la vaguada y el frente ya estén sobre el Mediterráneo, se formará la mencionada borrasca en el mar Balear. Allí se profundizará rápidamente, mientras inicia su viaje hacia el golfo de Génova.
Ese descenso rápido de la presión disparará la intensidad del viento de componente noroeste, especialmente en el Ibérico oriental y en las cercanías del golfo de León. En esas zonas, entre el sábado, día de Reyes, y el domingo las rachas alcanzarán los 100 km/h.
Nieve en cotas medias
Cuando pase el frente con el grueso de las precipitaciones la cota de nieve aún estará muy alta. El río atmosférico inyectará humedad pero también una masa de aire templado. Tras las lluvias más importantes las temperaturas se desplomarán y se abrirán claros, pero estos acabarán salpicados de cúmulos y cumulonimbos que dejarán chubascos el viernes por la tarde en el interior de Galicia, en las sierras más septentrionales y orientales. En ese momento la cota de nieve podría rondar los 800 metros.
A lo largo del fin de semana habrá precipitaciones en la vertiente cantábrica, Pirineos y ocasionalmente en el sistema Ibérico con una cota de nieve que podría seguir rondando los 700 metros e incluso descender a los 400 en la zona pirenaica.
Posibilidad real de ‘ola de frío’
Con la borrasca asentada en la zona de Italia el flujo de viento del norte y después noreste traerá una masa de aire cada vez más fría, que previsiblemente alcanzará su momento culmen en el inicio de la próxima semana. Las temperaturas podrían ser muy bajas en toda la península y Baleares, con mínimas de hasta -5 ºC en ciudades como Ávila o Salamanca y máximas que apenas podrían superar los 0 ºC en Burgos o Soria.
Tal y como recoge el glosario de la AEMET, será ‘ola de frío’ cuando al menos un 10% de las estaciones meteorológicas consideradas registren temperaturas que queden dentro del 5% de los valores más fríos de su serie histórica durante al menos tres días. Eso no se podrá considerar hasta casi el mismo inicio del episodio, pero lleva traza.