Lluvias sin parangón, ríos a rebosar y aún queda la mitad del temporal
Las lluvias intensas de los últimos días tan solo representan la mitad del episodio de inestabilidad. Los ríos repletos de agua esperan una nueva tanda de lluvias intensas en España. Llega una nueva DANA.
Lluvias muy intensas y persistentes, temporal marítimo con olas de hasta seis metros, barrancos y ríos repletos de agua, incluso con desbordamientos locales, son parte de los fenómenos que ha dejado el paso de la nueva borrasca sobre la vertiente mediterránea.
Nuestro modelo de cabecera venía insistiendo en que los acumulados de precipitación iban a ser extraordinarios, de récord se atrevió ayer a decir Samuel Biener y su reflexión fue poco menos que una profecía. En 24 horas algunos observatorios de Castellón sumaron más de 200 litros por metro cuadrado (l/m2), caso de Artana, Alcudia de Veo o Aín, todos ellos pueblos enclavados en la sierra de Espadán, donde también se ubica Eslida, un municipio donde ayer casi hubo más litros recogidos que habitantes: 373 l/m2.
Es cierto que el dato de Eslida sale de la Asociación Valenciana de Meteorología y no es oficial, pero el esmero que puso la asociación a la hora de instalar el observatorio ha valido el reconocimiento de la oficialidad. El dato es apabullante. En la provincia de Castellón nunca habían caído más de 360 l/m2 en un día y ayer, en pleno mes de marzo con un mar Mediterráneo aletargado tras el invierno, se superaron con una facilidad impropia de estas fechas. Ahora mismo, el mar Balear apenas muestra en su superficie temperaturas de 15 ºC, que son bajas y no aportan la energía que sí imprimen en otoño cuando muestran datos propios del Atlántico tropical.
A principios de mes, tuve una conversación informal con el meteorólogo José Ángel Núñez, delegado de la AEMET en la Comunidad Valenciana, en la que reconoció el esfuerzo del ámbito experto en entender qué mecanismos están detrás de estas lluvias fuera de temporada. En muchas influyen la orografía o “mecanismos importados” -me dijo- como advecciones de masas de aire cargadas de humedad, en ocasiones de origen subtropical con mayor contenido de agua precipitable y calor.
Ríos de la Comunidad Valenciana desbordados
Sea como sea, las lluvias de ayer fueron muy intensas y sirvieron para despertar a ríos y barrancos que, en cuestión de unas horas, multiplicaron su caudal habitual que en muchos casos es inexistente. El barranco del Carraixet, que linda con la ciudad de Valencia por el norte, pasó de estar completamente seco a albergar un caudal de 30 metros cúbicos por segundo y llegar a desbordar en la localidad de Alboraya.
Algo parecido sucedió en la medianoche de ayer con el barranco del Poyo, en su curso alto también llamado de Chiva, cuando llegó a mostrar un flujo de 56 m3/s. Hoy el Turia muestra igualmente una estampa brava y poco habitual, rellenando de lado a lado el nuevo cauce casi siempre pedregoso.
En la provincia de Castellón, otros barrancos y ríos han dejado una noche de insomnio en pueblos como Borriana, donde el río Ana por momentos estuvo a punto de rebosar. Esta mañana el Palancia en su desembocadura también muestra un aspecto amenazador con el sonido del agua turbia que arrastra troncos, rocas y hasta mobiliario desprendido.
Esto último se percibe en Sagunto y en otros tantos municipios de la Plana Baja, Alta o l’Alcalatén. Según la AEMET, los 178 l/m2 recogidos en lo que llevamos de marzo en la ciudad de Castellón suponen el tercer registro más alto del mes, por detrás de los recientes 2020 y 2015 en los que cayeron 205 y 191 litros respectivamente. Con lo que queda por caer, probablemente los superará.
Por caer hasta 200 litros por metro cuadrado
En este preciso instante el chorro polar anda muy curvado al oeste de la Península Ibérica, trazando una vaguada que mañana acabará formando una nueva DANA sobre el golfo de Cádiz. Su disposición en el tablero augura lluvias y tormentas fuertes en Andalucía, y de nuevo intensas y persistentes en el golfo de Valencia con muchos litros que se sumarán a los ya caídos. En la jornada del sábado, las provincias de Málaga, Valencia y Castellón podrían tener en sus pluviómetros cerca de 200 l/m2 de nueva generación. Vayan con cuidado.