La dorsal anticiclónica perderá fuerza la próxima semana, ¿podría llegar pronto un importante cambio de tiempo a España?
La dorsal anticiclónica que nos afecta es lo suficientemente grande y robusta como para que nos acompañe unos días más, pero se empieza a intuir la presencia de borrascas y alguna DANA en el Atlántico.
Durante los últimos días la situación meteorológica viene marcada por una dorsal anticiclónica totalmente atípica para un mes de enero. Si bien en la Península Ibérica los anticiclones invernales son muy habituales, en este caso estamos hablando de uno mucho más fuerte de lo habitual, con presiones que rozan los 1040 hPa y una altura del nivel de 500 hPa récord que supera los 5900 metros, indicador de lo cálida y expandida que está la atmósfera en nuestra vertical.
Esta masa de aire cálido asociada a la dorsal anticiclónica está alcanzando temperaturas a 850 hPa (unos 1500 metros de altitud) superiores a 15 ºC en la vertical de la península, entre 1 y 2 ºC más elevadas que en cualquier otra situación registrada en un mes de enero, al menos según los reanálisis del ECMWF que poseen más de 70 años de antigüedad. Esto se ha traducido en decenas de récords de temperaturas máximas y mínimas más altas repartidos uniformemente por la Península, más abundantes en zonas de montaña.
Esta situación no parece que vaya a cambiar a escala sinóptica: la dorsal apenas se va a desplazar de su posición durante los próximos días. Sin embargo, a escalas más pequeñas habrá que estar pendientes de los movimientos de las masas de aire más frío y las depresiones que la rodean, que durante el domingo y primeros días de la próxima semana podrán inducir algunos cambios menores en la situación meteorológica.
Los récords de temperatura darán un respiro
Un fuerte gradiente térmico en el Atlántico central con con un chorro polar fuerte que discurrirá desde las Azores hasta la península escandinava facilitará que las bajas presiones se fortalezcan y desplacen rápidamente por este sector. Como consecuencia de esto, varios frentes rozarán entre el domingo y el martes el noroeste peninsular induciendo vientos moderados de componente sur en el cuadrante noroeste.
Con esta situación cabe esperar que llegue nubosidad a la vertiente mediterránea y algunas lluvias débiles al extremo noroeste peninsular. También llegarán masas de aire que, aún siendo cálidas para la época del año, serán más frescas que las actuales, lo que impedirá que se sigan batiendo récords de altas temperaturas.
Las precipitaciones, sin embargo, seguirán brillando por su ausencia en la mayor parte del territorio peninsular así como las temperaturas propias del invierno. Tan sólo destacarán las nieblas, que al igual que estos días anteriores podrán ser persistentes en algunos valles y en la Meseta Norte, facilitando que en estas zonas las temperaturas máximas no sean tan anómalas y contrasten con los registros de zonas de montaña, que seguirán siendo extremadamente elevados para un mes de enero.
Debilitamiento de la dorsal en febrero
La incertidumbre sobre la duración de una dorsal tan fuerte está servida, de momento cabe destacar que algunos escenarios muestran un debilitamiento de cara a finales de la próxima semana o bien un desplazamiento hacia el norte, afectando a sectores más septentrionales del continente. De mantenerse esta tendencia, podríamos hablar de cambios algo más significativos posteriormente.
No obstante y con los datos disponibles hasta ahora, la probabilidad de que la dorsal continúe marcando la situación meteorológica de todo el suroeste de Europa parece elevada, al menos hasta finales de la próxima semana. En definitiva, habrá que contar con un panorama meteorológico no muy diferente del acontecido estos últimos días durante buena parte de la próxima semana: tendremos que esperar para que nos afecten cambios más importantes.