La canícula podría traer un envite extremo final. Antes, tormentas intensas

Arranca la última semana de una canícula que se ha caracterizado por la persistencia de las temperaturas anormalmente altas en casi todo el país, continuando con la tónica general de este tórrido verano. Sin embargo, en los últimos días las tormentas han ganado protagonismo en el noreste, Pirineos e Ibérico sur, descargando más de 70 l/m² ayer en puntos del Pirineo aragonés.

No hay que olvidar que, precisamente, agosto suele ser un mes bastante tormentoso en todos estos sectores por la entrada de pequeñas ondas o embolsamientos de aire frío que, junto a la convergencia de vientos en superficie y el efecto disparo orográfico, ayudan a que las tormentas "salten" durante la tarde, situación que se repetirá en los próximos días.

Tormentas intensas en zonas de montaña del norte en el inicio de la semana

Tanto hoy como mañana predominarán los cielos poco nubosos o despejados en general, con algunas nubes bajas en Galicia y en aquellos sectores de Canarias expuestos al alisio. Las temperaturas no cambiarán demasiado, y se alcanzarán los 37-39 ºC en el Medio y Alto Guadalquivir, Granada, vegas del Guadiana, valles del Tajo y Ebro, y en el entorno de Ourense. Las noches seguirán siendo muy cálidas en la vertiente mediterránea.

Las tormentas serán intensas en puntos de la cordillera pirenaica y del Sistema Ibérico. ¡Atención a las crecidas repentinas y precaución con los rayos! También crecerán de forma más dispersa en otras zonas montañosas de la mitad sur, interior peninsular y en la Codillera Cantábrica.

DANA frente a las costas del oeste, ¿más calor?

El miércoles llegarán algunos cambios de la mano de una DANA que se situará frente a las costas del oeste peninsular, aunque existe incertidumbre con su trayectoria. La nubosidad media y alta irá a más, y las temperaturas bajarán en el extremo occidental, Canarias y Meseta Norte. Se superarán los 38 ºC en el suroeste, Granada, valle del Ebro, interior de Cataluña y en puntos del Cantábrico oriental. La noche será más cálida.

Los aguaceros y las tormentas afectarán a muchas más zonas. Comenzarán en Extremadura y Castilla-La Mancha, para extenderse después a Castilla y León, Madrid, Galicia, Cordillera Cantábrica y al Pirineo. De nuevo podrían ser fuertes. También se esperan en el Sistema Ibérico, interior este y Mallorca. Llegará algo de calima al sur y a la mitad oeste, también a Canarias.

El jueves la DANA se alejará ligeramente, y las temperaturas subirán en casi todo el país, excepto en el litoral gallego y archipiélago canario, donde bajarán. Podrían alcanzar los 40 ºC en Córdoba y Granada, mientras que en Bilbao, Jaén o Zaragoza rondarán los 38. La noche volverá a ser cálida en casi todo el país; en puntos de la costa mediterránea no bajarán de los 25.

Las tormentas quedarán restringidas a la mitad norte, donde volverán a descargar con fuerza. También podría caer alguna gota en Canarias. El polvo en suspensión se trasladará al sureste y Baleares.

La semana podría acabar con temperaturas muy altas en el sureste

Según nuestro modelo de cabecera, habrá que prestar atención a la recta final de la semana, ya que la DANA comenzará a ser reabsorbida por la circulación del oeste, pero durante el proceso podría arrastrar una masa de aire muy cálido y seco que afectaría al sur, litoral mediterráneo y Baleares, con la isoterma de 28 ºC a unos 1500 metros tocando la Península: ¿un último envite de calor extremo para cerrar la canícula?

Si se mantienen las previsiones, el sábado podrían superarse puntualmente los 42 ºC en el valle del Guadalquivir y en el prelitoral valenciano, mientras que el domingo la masa de aire muy cálido se desplazaría hacia el sureste y Baleares. Por ahora nuestro modelo prevé para ese día valores cercanos a los 42-43 ºC en puntos de la Región de Murcia, extremo sur de la Comunidad Valenciana y en algunos sectores de Almería.

Una atmósfera más dinámica, ¿será el esperado punto de inflexión?

Este es el escenario más probable por ahora, pero no está nada clara la trayectoria del embolsamiento de aire frío, e incluso algún modelo lo hace cruzar por el noreste. A largo plazo la incertidumbre aumenta, pero en los mapas ya se empieza a intuir una atmósfera más dinámica, con una corriente en chorro más ondulada.

De momento, para la semana que viene la situación estará condicionada por un descuelgue en el Atlántico, y a partir de ahí se barajan varios escenarios: que avance y cruce la Península, dejando una situación de tormentas generales y un importante descenso térmico; que la inestabilidad roce la mitad norte y en el sur se mantengan las temperaturas altas (aunque no extremas); o (esperemos que no) que este nuevo embolsamiento de aire frío se quede en el Atlántico, arrastrando de nuevo aire muy cálido hacia nuestro país. ¡Aún está todo en el aire!