La borrasca Garoé dejará lluvias de hasta 200 l/m2: Samuel Biener advierte sobre esta apuesta del modelo europeo
En los próximos días la borrasca Garoé se acercará desde el Atlántico y traerá un importante temporal de lluvia, con acumulados que pasarán de los 100 l/m2 en varias zonas de España
En las próximas horas el temporal mediterráneo dará sus últimos coletazos en Baleares y Melilla tras repartir lluvias, nevadas, tormentas y granizo en varias comunidades, destacando los más de 100 l/m² que se han acumulado en diversas poblaciones y parajes de las comarcas del norte de la provincia de Alicante y sur de las de Valencia.
De acuerdo con los datos de AVAMET, han caído más de 130 l/m² en observatorios de Pinet, Agres, Bocairent, l'Orxa, Alfafara o Barx, en valles o a pie de montañas muy bien encaradas a los flujos de gregal (norestes). Además, la nevada ha sido considerable en las zonas más altas. Este episodio ha sido toda una bendición en un sector muy azotado por la sequía.
Se abre el pasillo atlántico: la borrasca Garoé traerá los ábregos
No obstante, como venimos anunciando desde hace unos días en Meteored, la situación meteorológica va a dar un vuelco radical en nuestras latitudes. La dorsal al oeste de la Península cederá en las próximas horas y después lo hará el bloqueo anticiclónico centroeuropeo, y ya mañana llegará un primer frente que dejará precipitaciones en el centro y norte, que serán en forma de nieve en áreas montañosas.
Habrá que prestar atención a los días siguientes. Se acercará una borrasca atlántica, nombrada como Garoé por el IMPA, que impulsará vientos ábregos (suroestes), templados y muy húmedos, desde el Atlántico. Irán llegando una sucesión de frentes muy activos debido a la cercanía del centro de la depresión. La borrasca cruzará el noroeste peninsular entre la segunda parte del miércoles y las primeras horas del jueves.
Las precipitaciones se extenderán por buena parte de nuestra geografía, aunque como es habitual habrá importantes diferencias. Por ejemplo, serán muy escasas en zonas del noreste, ya que quedan a sotavento del Ib��rico con circulaciones del suroeste, en algunas comarcas almerienses o en las Pitiusas. Este cambio de tiempo también se dejará sentir en Canarias.
En cambio, nuestro modelo de referencia prevé hasta la noche del jueves registros muy considerables en el sector occidental del Sistema Central, y en concreto en áreas montañosas del norte de Cáceres, extremo sur de Salamanca, noroeste de Toledo y poblaciones más meridionales de Ávila. También lo serán en los Montes de Toledo, provincia de Huelva, Bajo Guadalquivir y sierras onubenses, sevillanas, cordobesas y las del sur de Badajoz.
Cerca de 200 l/m² en algunas zonas de la vertiente atlántica
Estos sectores tienen en común que están muy bien expuestos a los ábregos, y además las lluvias suelen reactivarse e intensificarse por efecto de la orografía. Nuestros mapas muestran acumulados de más de 150 l/m², en el límite de los 200 l/m², en puntos del norte de Cáceres y en la sierra de Sevilla hasta la madrugada del próximo viernes.
En los montes de Toledo, oeste de Andalucía y otras comarcas extremeñas pueden pasar de los 100 l/m². En otros lugares de Galicia, cara sur del Pirineo, Andalucía o Ibérico sur probablemente superarán los 50 l/m². En ciertas ubicaciones de las islas más montañosas de Canarias las lluvias también pueden ser de cierta entidad.
Los ponientes se llegan para quedarse unos cuantos días
Las precipitaciones serán menos significativas cuanto más al noreste. La llegada de estas masas de aire templadas y húmedas dejarán temperaturas más altas tanto de día como de noche, por lo que la cota se disparará, y de hecho estos frentes se llevarán bastante nieve. Por otra parte, el viento del suroeste soplará con rachas intensas en el centro y oeste durante la aproximación de la borrasca.
Atención a las crecidas que pueden experimentar algunos ríos allí donde las precipitaciones sean más abundantes. Los modelos muestran que desde el próximo fin de semana el chorro polar cogerá carrerilla, imponiéndose la circulación de oestes o suroestes, con ambiente suave y lluvias más abundantes en la vertiente atlántica.