Rayos, apenas humedad y calor extremo. Polvorín mediterráneo este sábado
El calor sigue incrementándose y los índices de humedad en superficie serán muy bajos. Todo esto, mientras las nubes de tormenta encuentran condiciones óptimas para crecer. Los rayos supondrán un gran peligro.
Hoy las temperaturas ya han subido pero mañana la masa de aire tropical aún será más manifiesta, con registros claramente en ascenso y máximas que ya podrán incluso superar los 40 ºC en las depresiones del Ebro y Guadalquivir, así como en zonas interiores del cuadrante sureste peninsular.
La culpable de esta irrupción es una DANA, aunque pueda parecer un fenómeno ajeno a esta quiniela. Su disposición al oeste de la Península Ibérica ha abierto un pasillo a los vientos del sur en capas medias y altas de la troposfera, y en ese punto cardinal justo tenemos el Sahara. Poco más allá del Atlas marroquí hay un manantial de calor y bajos niveles de humedad que en ocasiones como esta irriga nuestro país.
Las nubes crecerán pese al poniente
Este sábado, el aire cálido estará entre nosotros y coincidirá con la mayor cercanía de la depresión, algo que provocará el desarrollo de tormentas y traerá numerosos riesgos para las regiones mediterráneas y otras cercanas. Por allí, las temperaturas se dispararán de buena mañana, en muchos casos alentadas por el viento de poniente y la insolación que no harán más que recrudecer los valores de una madrugada ya sofocante. Llegado el mediodía, ciudades como Granada, Zaragoza o Valencia rondarán los 40 ºC y Murcia puede que se enfile hasta los 44 ºC.
Ese calor irá acompañado por niveles muy bajos de humedad en superficie, apenas del 20 o 30% en el prelitoral del sureste, golfo de Valencia y valle del Ebro. La cuestión es que, frente a esa situación enjuta, unos centenares de metros más arriba la troposfera presentará índices mucho más óptimos para el desarrollo de las nubes. Además, toda la mitad este de la Península quedará en la zona delantera de un entramado conformado por la mencionada DANA y una pequeña vaguada, donde reinarán los ascensos de aire que darán origen a cúmulos y cumulonimbos.
Las tormentas sobrevolarán ambientes muy secos
El problema de esas nubes de tormenta es que dejarán caer su precipitación en un entorno muy seco, en el que difícilmente las gotas llegarán a tocar el suelo. Sin embargo, tendrán otra arma mucho más eficaz para contactar con la superficie: los rayos. El impacto de las descargas eléctricas en zonas boscosas o de matorral, entre temperaturas muy altas y bajos niveles de humedad, podrá llegar a ocasionar incendios. El riesgo de que esto suceda en realidad será extremo.
Además, la evaporación de la precipitación antes de llegar al suelo puede originar fuertes corrientes descendentes de aire, los conocidos como “reventones secos”, que provocan vendavales y en ocasiones ascensos súbitos de las temperaturas en superficie. Estos factores probables acentuarán aún más el peligro de incendio en el este de Andalucía, Región de Murcia, Comunidad Valenciana y depresión del Ebro, desde la zona media y alta hasta su desembocadura.
En estas comunidades habrá que tener una precaución extrema e incluso sería recomendable evitar el contacto con el campo y la montaña para esquivar males mayores, bien sea por descuidos o simples accidentes que puedan iniciar las llamas. También habrá que prestar atención a las tormentas en el resto del cuadrante noreste peninsular ya no solo por los incendios, sino por los aguaceros asociados.