¿Habrá un episodio de tormentas adversas en el inicio de junio? Las opciones según los modelos europeo y americano
Durante este mes de mayo el tablero meteorológico se ha dispuesto de forma favorable para que llueva en nuestro país. Es cierto que en los pronósticos hemos hablado mucho de tormentas, pero estas casi siempre se han concentrado en la mitad norte peninsular.
Por allí el año hidrológico está siendo generoso salvo en su extremo oriental, ahí están Cataluña y la provincia de Castellón, donde apenas había llovido hasta hace unas semanas. Ahora han sumado unas decenas de litros que han revitalizado algo el paisaje y cambiado la tendencia en las reservas hídricas, pero ha sido una fina capa de maquillaje.
El suelo está muy seco, sobre todo en puntos del sureste donde el índice de precipitación estandarizado muestra valores extremos. Allí se ha cronificado el estiaje, los ríos apenas llevan agua y la vegetación está sufriendo un estrés insoportable. Los pinos hace meses que están muriendo. Por eso en estas zonas se miran con mucho recelo los modelos meteorológicos, que muchas veces han amagado con llevar precipitaciones a estas regiones y al final han acabado en agua, pero de borrajas. Desde hace unos días los mapas dejan entrever un nuevo episodio tormentoso en el inicio de junio.
El modelo europeo insiste hoy con la vaguada
El plazo no permite muchas virguerías, es largo y hay muchísima incertidumbre, pero es una alegría ver opciones de lluvia aunque sea para no caer en el doomismo. Nuestro modelo de referencia sigue apostado en su salida principal por una vaguada que traería un refrescamiento y chaparrones a partir del 31 de mayo. Se han visto escenarios mejores, pero lo importante es que esa elongación continúa en el entorno de nuestro país.
Para hablar del largo plazo hay que acudir a las predicciones probabilistas, es aconsejable consultar los clusters, que agrupan los diferentes escenarios previstos y se ordenan de mayor a menor probabilidad. Cada hornada del modelo europeo saca 52 opciones, pues bien, ahora para esas fechas hay cinco grupos reconocibles y cuatro de ellos apuestan por una vaguada o DANA cerca de la península. Hasta ahí todo bien, el problema para quienes esperan que llueva es que el díscolo es el más numeroso y muestra algo muy diferente: la vuelta de las altas presiones.
También podemos fijarnos en los regímenes que el modelo europeo anticipa a medio y largo plazo. Hasta finales de mes hay un patrón de bloqueo escandinavo, que es el que ha traído algunas borrascas y ambiente fresco estas semanas. Y quizá podría dejar como legado ese último episodio. Con el inicio de junio parece que se impondrá la NAO positiva y el tiempo revuelto volverá a la zona que suele frecuentar, el norte de Europa, aunque no sería la primera vez que un chorro polar en latitudes altas se curva y deja alguna depresión en las medias.
El americano es más conservador en su escenario de control
El modelo norteamericano en sus mapas de control muestra un escenario de inestabilidad relativa, sin una vaguada notable pero tampoco sin dorsales que dejen un tiempo totalmente estival. Digamos que deja ver un tablero intermedio. En la media de sus ensembles, que en este caso son 30, se ve que se refuerza en esas fechas el anticiclón azoriano y en su expansión hacia el norte podría favorecer la entrada de aire frío en altura. Es todo muy sutil.
En sus predicciones a medio plazo, que muestra anomalías en tres bloques de diez días, se ve cómo el correspondiente al inicio de junio proyecta más lluvias de lo normal en el interior del sureste peninsular, zona del golfo de Valencia y Pirineos.
En conclusión, sí podría haber un último episodio de tormentas
En estas fechas lo normal es que el tiempo tienda a ser cada vez más estable y caluroso, pero los principales modelos mantienen abierta la puerta a que el inicio de junio tenga un tiempo revuelto. El chorro polar tenderá a subir para conducir a las borrascas por las zonas habituales, pero se ondulará en ese proceso y dejará alguna vaguada o DANA en las cercanías de la península de aquí a unos días.
Cuando eso sucede, hay áreas que tienen tormentas fuertes y otras acaban inmersas en el aire subtropical, con temperaturas muy altas. De momento la balanza se inclina hacia lo primero en España. Crucemos los dedos por las zonas necesitadas.