Giro radical del tiempo para acabar el año con un bloqueo escandinavo

La situación sobre Europa y el Atlántico norte cambiará completamente para la segunda quincena de diciembre. Un potente bloqueo anticiclónico se gestará sobre Europa y condicionará la meteorología en todo el continente.

Las nieblas, heladas y cencelladas podrían aparecer en algunos valles durante los próximos días a medida que la atmósfera se vaya estabilizando en la Península Ibérica.

Durante estos últimos días hemos tenido una intensa y persistente advección de noroeste. Sus principales consecuencias han sido el fuerte viento, que está superando los 70 km/h en zonas expuestas del territorio peninsular, y las intensas precipitaciones en el extremo norte, con cotas de nieve que en algunos casos han descendido de los 1000 metros. Además, la alternancia de masas de aire frías con otras más templadas, precedidas por frentes cálidos, están provocando fuertes deshielos y crecidas en los ríos, sobre todo en las cuencas de las montañas del tercio norte.

Esta situación está favorecida por un anticiclón fuerte en las Azores y borrascas que lo bordean por el norte alcanzando el oeste de Europa, en una típica situación de NAO positiva (Oscilación del Atlántico Norte, por sus siglas en inglés). Sin embargo, no parece que esta situación vaya a prolongarse mucho más. El patrón de circulación cambiará radicalmente para la segunda quincena de diciembre y los primeros cambios se empezarán a hacer evidentes este mismo fin de semana.


En primer lugar, las altas presiones empezarán a desplazarse desde las Azores hacia el suroeste de Europa durante el final de esta semana y primeros días de la próxima. La advección de noroeste cesará en la Península y entraremos en un periodo de estabilidad tan sólo interrumpida en el noroeste con la llegada de los restos de un frente el lunes. Posteriormente el anticiclón se irá reforzando, respaldado por una potente dorsal en niveles medios y empezará a desplazarse lentamente hacia el norte.

Vuelven las heladas al interior y las nieblas en los valles

Los primeros cambios se traducirán en una situación mucho más estable en la Península Ibérica. Durante este próximo fin de semana la nubosidad se irá retirando, el viento amainará y las temperaturas diurnas iniciarán un ascenso en amplias zonas del interior. Sin embargo, también aparecerán las primeras nieblas en algunos valles y las heladas en zonas de meseta. Esta situación se hará más evidente a medida que transcurra la próxima semana, con nieblas más generalizadas, heladas nocturnas y temperaturas suaves durante el día en las zonas libres de niebla y nubosidad.

Bloqueo persistente a largo plazo, ¿navidades frías?

Con el comienzo de la segunda quincena de diciembre, esta potente dorsal anticiclónica se intensificará y las altas presiones se desplazarán hacia el norte, sobre el noroeste de Europa. La estabilidad, inversiones térmicas y las temperaturas nocturnas frías serán las protagonistas en casi todo el continente, pero hay un detalle muy incierto y que podría condicionar mucho las condiciones meteorológicas en la Península Ibérica. Si este anticiclón se desplaza lo suficiente al norte, podría permitir la entrada de bajas presiones por su flanco sur y, por tanto, dar lugar a un episodio inestable a largo plazo.

Bloqueo escandinavo
El modelo europeo anticipa un bloqueo anticiclónico "escandinavo" persistente, al menos hasta el inicio del próximo año.

En Canarias, de hecho, este escenario ya es posible durante la próxima semana. Una baja aislada bordeará el recién formado anticiclón por el sur pudiendo situarse en las proximidades de Madeira y Canarias, dando lugar a precipitaciones y fuertes vientos en algunas de las islas. Sin embargo, si el anticiclón continúa subiendo de latitud en días posteriores, durante la última quincena del año las bajas presiones y las masas de aire frío podrían aproximarse por el sur del anticiclón a la Península Ibérica. Sin duda es un escenario posible pero incierto y que las previsiones tardarán en perfilar adecuadamente.