Este sábado se producirá una rara ciclogénesis explosiva en el Atlántico y salpicará a España con estos fenómenos

Durante el fin de semana habrá una ciclogénesis explosiva en el Atlántico, donde una borrasca se profundizará rápidamente y provocará un duro temporal en varios países de Europa. Algunos de sus efectos lo notaremos también en España.

Este sábado se producirá habrá una ciclogénesis explosiva en el Atlántico, y en España podríamos notar algunos de sus efectos.

En las próximas horas, se va a producir un desfile de depresiones en el Atlántico. Al mediodía del sábado, se formará una borrasca en mitad del Atlántico, secundaria a otra baja sobre Islandia. Esta borrasca podría profundizarse de forma muy rápida e intensa, dando lugar a un temporal de alto impacto en la costa oeste.

¿Qué es una ciclogénesis explosiva?

En primer lugar, hay que aclarar que una ciclogénesis explosiva es un proceso por el que pasan algunas depresiones, y no el nombre de una borrasca en sí mismo. Una ciclogénesis hace simplemente referencia a la génesis o formación de un ciclón. La palabra ciclón no es más que un sinónimo de borrasca, baja o depresión. Algunos medios de comunicación optan por usar este término en sus titulares para atraer una mayor atención, pero no implica que la borrasca sea más peligrosa.

¿Qué es una ciclogénesis explosiva?
Se trata de un proceso por el que la presión mínima de una borrasca cae de forma rápida y brusca. Aunque no hay un consenso general, en latitudes medias se toma como referencia el umbral de un descenso barométrico de 24 hPa en 24 horas.

Una ciclogénesis explosiva es, por tanto, un proceso de rápida profundización de una borrasca, en la que la presión atmosférica cae en picado. El umbral de ciclogénesis explosiva depende de la latitud. En el caso de España, basta una caída de 18 a 20 hPa en 24 horas o unos 10 hPa en 12 horas para poder hablar de ciclogénesis explosiva.

Las rachas de viento asociadas a la ciclogénesis explosiva podrían superar los 155 km/h en el Atlántico.

Las ciclogénesis explosivas van asociadas a tiempo muy adverso debido a que, como norma general, las borrascas más profundas son las que dan lugar a los vientos más fuertes. Estas depresiones suelen provocar rachas de viento huracanadas, olas enormes y precipitaciones intensas. Es por ello, y debido al rápido descenso de la presión, que estas borrascas se denominan también "bombogénesis o bombas meteorológicas".

¿Cómo afectará a Europa? ¿Cuáles serán sus efectos en España?

La depresión se formará en el Atlántico norte a primeras horas de la mañana del sábado. Entre el sábado por la mañana y el domingo por la mañana, el centro de la borrasca podría pasar de tener una presión mínima de 995 hPa a solo 960 hPa.

Con ello, el descenso sería claramente superior a 24 mb en 24 horas, por lo que cumpliría los criterios para ser considerada una ciclogénesis explosiva. Por otra parte, estos fenómenos son más frecuentes en los meses invernales, y no tanto a mediados de octubre.

Esta gran borrasca podría hacer impacto directo en las costas occidentales de Irlanda y Gran Bretaña, con vientos huracanados, lluvias intensas y grandes olas (algunas pueden alcanzar los 19 metros al suroeste de Irlanda), trasladándose por el oeste del continente y dejando a su paso un intenso temporal de lluvia, viento y mar

La borrasca provocará un gran temporal en el Atlántico. En la costa de Galicia, las olas más grandes pueden superar los 8 metros este domingo.

Este poderoso ciclón extratropical no llegará a España, pero notaremos sus efectos indirectos. Algunas olas pueden superar los 8 metros frente a las costas de Galicia, y el viento del suroeste dirigido por la borrasca dejará rachas de más de 70-80 km/h en el noroeste peninsular. Por allí también llegará un frente asociado a dicha borrasca entre el domingo y el lunes.

Otros de los efectos de esta ciclogénesis explosiva es que impulsará la dorsal anticiclónica hacia el sur del continente europeo (incluyendo España) y favorecerá el descuelgue de una DANA en el norte de África. Los anticiclones actúan como escudos protectores, barreras infranqueables para las borrascas. Las depresiones, al encontrarse con un anticiclón, tienden a rodearlo por su margen izquierdo, afectando frecuentemente a la fachada atlántica europea.