En unos días habrá un festival de ciclogénesis en el Atlántico: así podría afectar a España

En los próximos días el chorro polar cogerá carrerilla en el Atlántico, lo que favorecerá que se produzcan varias ciclogénesis. Analizamos cuándo pasará esto y los posibles efectos en España.

El martes podría llegar una primera borrasca y a partir del jueves se desatará el desarrollo de borrascas en el Atlántico, como esta en el mapa.

En las últimas horas el paso de un frente con sus correspondientes chubascos postrontales ha repartido precipitaciones que han sido en forma de nieve en algunas capitales como Burgos, con espesores que están siendo especialmente considerables en la cara sur del Pirineo. No obstante, como ya hemos explicado en Meteored estos días, el tiempo continuará inestable a corto y medio plazo en España.

Se mantendrá el ambiente inestable en los próximos días

Hasta principios de la próxima semana el anticiclón de bloqueo rusoescandinavo persistirá y, aunque la dorsal ascenderá sobre la Península, estará muy móvil, por lo que varios embolsamientos de aire frío en altura que se deslizarán por el flanco sur del anticiclón se aproximarán a nuestro entorno, dando lugar a chubascos en diversas regiones en las siguientes jornadas. Esto es habitual cuando el chorro polar presenta importantes meandrizaciones.

¿Qué es el chorro polar?
También conocido como corriente en chorro o “jet stream”, es un canal de vientos muy fuertes en forma de tubo que discurre a unos 9-16 km sobre la superficie terrestre. Lo podemos ver como un río donde el aire discurre a velocidades de 100-250 km/h, con longitudes de miles de kilómetros, pero sólo unos pocos de ancho.

Entre el martes y el jueves uno de estos descuelgues nos alcanzará, con una pequeña baja procedente de Azores que se debilitará al acercarse a las costas del oeste peninsular, de acuerdo con las últimas previsiones de nuestro modelo de referencia.

La incertidumbre respecto a su evolución es importante, pero traerá precipitaciones a la mayoría de las comunidades, y que serán en forma de nieve en las principales cordilleras.

Altas presiones en Groenlandia y varias ciclogénesis en el Atlántico

Serán menos probables en zonas del norte y este, según los mapas, pero como comentamos veremos finalmente por dónde circula esta baja. La situación sinóptica puede dar un vuelco a partir del miércoles, cuando las altas presiones situadas en Escandinavia migrarían hacia Groenlandia, donde los máximos barométricos podrían superar los 1045 hPa.

Del miércoles en hacia delante el chorro polar puede reforzarse en el Atlántico, favoreciendo los procesos de ciclogénesis.

Esta configuración permitirá que el chorro polar circule a latitudes más bajas de lo habitual durante unos días, con el anticiclón de las Azores retirado hacia el sur y oeste. Ello tendrá consecuencias en el tiempo en España, ya que bajo este chorro polar se producirán varios procesos de ciclogénesis, que básicamente es la formación de borrascas. Y ahora el escenario más probable acerca estas depresiones más profundas a nuestro país.

Estos podrían ser los efectos en España

Con esta situación, los sistemas frontales se irán sucediendo, dejando precipitaciones prácticamente generalizadas a partir del jueves, siendo de menor importancia en la mayor parte de Canarias y en puntos del sureste. Los registros serían considerables en la vertiente atlántica y en áreas montañosas, donde se reactivarían las lluvias y las nevadas (a día hoy es imposible concretar cotas dado el grado de incertidumbre del pronóstico).

Las temperaturas sufrirán altibajos, pero parece que no serán especialmente bajas. No obstante, pequeñas y rápidas incursiones polares podrían dejar descenso térmico que no durarían mucho. Además, los ponientes se reforzarían y es posible que acaben entrando los ábregos, los vientos llovedores para buena parte de España.

Una baja que se ha profundizado hoy en Azores acabará llegando al oeste peninsular durante el martes, ya más debilitada.

Por último, no hay que descartar que las altas presiones groenlandesas puedan arrastrar aire frío hacia el Europa, pero todo parece indicar que se quedaría especialmente en el centro y norte del continente. En cambio, como decíamos España quedaría bajo la influencia de esta circulación de borrascas a latitudes más bajas, lo que se suele traducir en menos frío pero más precipitaciones.