Mapas actualizados: la apuesta del modelo europeo para Semana Santa 2023
Ya quedan algo más de dos semanas para que arranque los días más importantes de la Semana Santa, que este año cae en la primera quincena de abril. ¿Podemos saber ya el tiempo que hará? Aquí te lo explicamos.
Dejamos atrás una primera quincena de marzo que ha sido una auténtica montaña rusa térmica en España, sucediéndose entradas de aire polar y subtropical que han dejado valores muy anómalos para la época. Especialmente, cabe destacar las temperaturas del pasado fin de semana, cuando se batieron récords en algunos observatorios.
De momento, las precipitaciones no han sido muy abundantes, aunque ya hemos entrado en una dinámica más primaveral, que climatológicamente comenzó el pasado 1 de marzo. Ahora, que estamos a tan solo dos semanas del comienzo de los días grandes de la Semana Santa, nuestro modelo de referencia sigue pintando, aún a brocha muy gorda, el tiempo que depararán las próximas fechas donde se enmarcan las jornadas festivas.
Hablamos de tendencias, no de previsiones
Como ya hemos explicado en las últimas semanas, teniendo en cuenta que hablamos de plazos muy largos todavía es demasiado pronto para realizar una previsión para la Semana Santa, pero sí que podemos empezar a hablar de tendencias, primeras aproximaciones muy generales que nos pueden dar una idea de cómo podría estar la situación a grandes rasgos.
Para previsiones detalladas y de ámbito local habrá que esperar a unas pocas jornadas antes. Conforme nos alejamos en el tiempo la incertidumbre aumenta de forma importante y el valor predictivo es bajo. Además, hay que tener en cuenta que estamos en primavera, por lo que es normal que se produzcan cambios de tiempo muy repentinos. Probablemente estas tendencias irán variando en las próximas actualizaciones, aunque hasta ahora no lo han hecho de forma muy brusca.
Nuestro modelo sigue apostando por una Semana Santa más calurosa de lo normal
Las últimas actualizaciones del modelo con el que trabajamos en Meteored señalan que, desde finales de marzo hasta el primer fin de semana de abril, podrían mantenerse las temperaturas anormalmente altas para las fechas en todo el país, como está sucediendo estos días. En el caso de cumplirse este escenario, se situarían de 1 a 3 ºC por encima de la media climática tanto en la Península Ibérica como en los archipiélagos.
Para la semana comprendida entre los días 3 y 10 de abril habría algunos cambios. De momento, las tendencias apuntan a que las temperaturas estarían entre 1 y 3 ºC más altas respecto al promedio de las fechas en el centro y sur de Castilla-La Mancha, gran parte de Cataluña, valle del Ebro, comarcas interiores de Andalucía y en el interior del sureste.
En el resto de la mitad sur peninsular y de la vertiente mediterránea, se situarían ligeramente por encima de lo normal, situación que se daría también en Baleares y Canarias. En el centro, Meseta Norte, Galicia y en el litoral cantábrico central y occidental de momento no se atisban anomalías significativas.
No hay señal clara en las lluvias
Muchas personas estarán pendientes del cielo en Semana Santa, en unos casos esperando a que la lluvia respete las procesiones y los desplazamientos, otros cruzando los dedos para que caiga debido a la situación de sequía que padecen algunas comunidades.
Por ahora, nuestro modelo de referencia prevé precipitaciones algo por debajo del promedio de las fechas en Andalucía y en las islas orientales de Canarias para los últimos días de marzo y hasta el 3 de abril, mientras que en el resto no se aprecian de momento anomalías significativas.
Para la semana del 3 al 10 de abril, se esperan las precipitaciones normales para esas fechas en prácticamente toda España, y a partir de aquí ya entraríamos más bien en la especulación. Podemos asumir que abril es uno de los meses más húmedos en unas cuantas regiones españolas, con lo que "lo normal" sería que lloviera en algún momento. Pero vaya, habrá que seguir las siguientes actualizaciones del modelo.
¿Borrascas o chaparrones?
Las previsiones que manejamos en estos momentos en Meteored señalan que durante la segunda quincena de marzo las borrascas circularían bastante al norte, con el paso de frentes asociados a las mismas. También parece que se producirán algunos descuelgues en el entorno de la Península.
La situación cambiaría en los primeros días de abril, cuando los mapas dibujan una situación bastante indefinida en superficie, e incluso se intuyen presiones algo más bajas respecto a la media en nuestras latitudes. Por otra parte sería una situación normal, ya que conforme avanza la primavera las borrascas asociadas a la circulación del oeste van dejando paso a un chorro polar más ondulado y tiempo más variable.