El tiempo en la segunda quincena de marzo
En general estas próximas dos semanas se van a seguir caracterizando por la alternancia entre anticiclones y borrascas, veamos con más detalle estos próximos días.
Tras casi un mes de dominio anticiclónico sobre el territorio español, con precipitaciones casi nulas en febrero y los primeros días de marzo en la mayoría de las regiones, llegó la borrasca Laura, para intentar remediar la situación. Con lluvias intensas, sobre todo en el oeste de Galicia y del sistema Central, nevadas en casi todas las áreas montañosas peninsulares y fuertes rachas de viento, destacando los 152 km/h en Estaca de Bares el día 6.
Después de esta borrasca con impacto el anticiclón volvió con su dominio casi total, alcanzándose valores máximos muy elevados para esta época, como los 30 en la zona sudeste peninsular los días 10 y 11. Las mínimas más o menos normales, destacando los -8.0 ºC en Sanabria el jueves 14. Qué decir tiene que esta situación debería de empezar a considerarse como alarmante, ya que la escasez de precipitaciones y las altas temperaturas están provocando un adelanto del deshielo y el inicio de una posible sequía.
Astronomía quincenal
Referido a los datos astronómicos para esta segunda quincena de marzo tenemos el inicio de la primavera astronómica, porque la meteorológica ya está con nosotros desde hace muchas semanas, el día 20 a las 22:58 hora peninsular, es el equinoccio de primavera, momento en el que los días y las noches serán iguales y el Sol saldrá por el este. A lo largo de estos días ganaremos 40 minutos más de horas de sol, llegando a las 12 horas 33 minutos. Además el Sol ascenderá casi 6 º, alcanzando los 53º 13’ a final de mes.
Estas dos variables nos dicen que las entradas frías van a tener cada vez menos virulencia y por tanto las heladas y las nevadas deberían ser menos importantes.
Fin de semana estable
Durante el fin de semana del 15 al 17 continuará en general con el dominio anticiclónico en todas las regiones. Cabe destacar el aumento notable de las máximas en el centro y norte peninsulares. De todas maneras, se espera la llegada durante el domingo de un frente atlántico al oeste de Galicia que producirá precipitaciones en esta comunidad que se irán extendiendo al resto del área cantábrica y a los Pirineos. Con el avance del frente nuboso las máximas descenderán de manera incluso extraordinaria en puntos del extremo septentrional de la Península.
Durante el lunes 18 continuará el paso del frente frío, principalmente por el extremo septentrional de la Península, algo del área mediterránea, Baleares, Ceuta y Melilla, con aumento de la nubosidad y precipitaciones, preferentemente en las zonas montañosas, donde nevará, según el momento, entre los 1.400 a 700 metros terminando en el entorno de los 1.000. En el resto de la Península y en Canarias se mantendrá el cielo con dominio de los claros sobre las nubes. Las temperaturas en claro descenso, sobre todo en el este peninsular.
A marzo alabo, si no vuelve el rabo
Para los días del 19 al 22 la incertidumbre aumenta, siendo lo más probable un tiempo más revuelto en el extremo norte de la Península, con precipitaciones débiles, y en el área mediterránea, donde las lluvias serían más algo más intensas, ya que es posible la formación de una DANA en el área de Baleares.
En el resto del país parece que predominarán los cielos poco nubosos y las precipitaciones serán muy poco probables. Las temperaturas máximas tienen tendencia a continuar bajando el martes 19 y a subir los días restantes. Las mínimas descenderán claramente, con heladas en muchos puntos del interior peninsular, aunque también tenderán a recuperarse al final del período.
Si para las jornadas anteriores el pronóstico nos otorgaba una gran incertidumbre, para los últimos días del mes la situación todavía es mucho mayor, aunque parece que predominará la estabilidad en la mayoría de las regiones, principalmente en el centro y norte peninsulares, con dominio de los cielos poco nubosos y temperaturas, en general, superiores a la época del año en la que nos encontramos. Por el contrario, los escenarios otorgan una mayor inestabilidad en el entorno del archipiélago canario, con algunas precipitaciones y valores térmicos inferiores a los habituales.