El tiempo de Navidad en España: la última previsión de frío y nieve hasta Año Nuevo
Tras alcanzar los 30 ºC en pleno diciembre en la España peninsular, todo indica que para la semana de Navidad habrá cambios en el tiempo. Analizamos qué fenómenos de riesgo pueden suponer.
Acabamos de dejar atrás un nuevo episodio excepcional de temperaturas altas en pleno diciembre en España, que en la jornada del martes nos dejó un nuevo récord absoluto para este mes en la península, con los 29,9 ºC registrados en el observatorio de Málaga de la AEMET. Todo lo contrario a lo que concebimos por tiempo de Navidad, que en el imaginario viene asociada a la nieve y al hielo.
Por el momento sólo podemos hacer un análisis de las previsiones semanales del modelo europeo, que muestran anomalías respecto a las series climatológicas: si hará más frío o más calor de lo habitual, por ejemplo. Son pronósticos aún con alta incertidumbre y escasa concreción.
Ahora muchas personas están pendientes del cielo, y bastantes han elegido destinos de montaña o de nieve cuando la mayoría de las estaciones de esquí están viviendo momentos complicados, abriendo a duras penas, ya que las nevadas están siendo o escasas o concentradas en cotas relativamente altas.
La blanca Navidad es un tópico en España
Conviene recordar que idealización de una blanca Navidad es más bien un tópico en España, la nieve suele caer en las cordilleras y en pocos sitios más por esas fechas. Eso sí, lo normal es que el frío se deje sentir en gran parte de nuestro territorio, ya que nos adentramos en las semanas más frías del año. Además, diciembre es el mes más húmedo en gran parte del norte, oeste y en Canarias.
No obstante, de acuerdo con nuestro modelo de referencia, a día de hoy parece que durante los días de Navidad predominará una situación anticiclónica en nuestro país: las calmas también son frecuentes en el período invernal.
¿Unas fiestas navideñas en manga corta y en la playa?
Por ahora, el escenario más probable muestra que para esas jornadas predominarán las altas presiones en nuestras latitudes, pero con temperaturas que se quedarían por debajo de la media de las fechas en buena parte de la Meseta Sur, y en especial en los valles del Tajo y del Guadiana. También se atisba esta situación en la Meseta Norte, entorno del Miño y en las depresiones del Guadalquivir y Ebro.
En cambio, en Canarias, Menorca y en las principales cordilleras las temperaturas parece que se situarán por encima del promedio de la época. Esta distribución de las anomalías térmicas hacen pensar que en la semana del 18 al 25 de diciembre predominarán las nieblas, especialmente en los valles, donde localmente serían densas o persistentes. También las noches serían frías, sobre todo en fondos de valle o depresiones, debido a que las condiciones serían propicias para las inversiones térmicas.
Por tanto, a pesar del predominio de las altas presiones, parece que no pasaremos una Navidad en manga corta como en Argentina o en Australia (sin olvidar Canarias, donde en algunas zonas a sotavento del alisio es lo habitual casi todo el año). Los valores diurnos estarían bastante contenidos, y quizás algún día se aproximen o rocen los 20 ºC en puntos de la mitad sur.
Una Navidad más seca de lo normal en España, pero con pequeños matices
En lo que respecta a las lluvias y nevadas, con el predominio de las altas presiones resulta bastante probable que no llueva en gran parte del país. Por otra parte, el patrón de NAO + parece que se extenderá hasta comienzos del 2024, al menos, con borrascas circulando muy al norte. Según los modelos, las precipitaciones serían más escasas de lo habitual para esa época en casi toda España.
Eso no quiere decir que no vaya a llover en ningún sitio, pero recordemos que diciembre es un mes muy húmedo en la vertiente atlántica. De hecho, en el extremo septentrional y en Galicia las precipitaciones todo apunta a que rondarán los valores medios, probablemente por frentes que sí alcanzarían el norte con cierta actividad.
Por ahora no se ve una situación de descuelgues de aire frío rondando nuestro territorio, y tampoco borrascas atlánticas circulando a latitudes más bajas, lo que se traduciría en lluvias más abundantes y generales, y quizá nieve.
De cumplirse este escenario, el panorama sería desalentador para muchas estaciones de esquí. Además, el estancamiento del aire y la ausencia de las precipitaciones durante varias jornadas consecutivas favorecería la aparición de boinas de contaminación en grandes ciudades y en áreas metropolitanas, por lo que la mal calidad del aire en estas zonas volvería a ser noticia.
¿Y qué tiempo podría hacer en Nochevieja y Año Nuevo?
Al igual que para Navidad, todavía es demasiado pronto para concretar la situación para Nochevieja y Año Nuevo, pero los mapas señalan que probablemente el patrón de NA + se mantendrá hasta los primeros días del nuevo año. Eso sí, parece que las altas presiones tenderán a debilitarse en el Atlántico Norte, con tendencia a ir desplazándose hacia las Azores.
Con este escenario, las temperaturas irían normalizándose en los valles del interior peninsular, y se situarían por encima de la media en el resto del territorio. Las precipitaciones seguirían una evolución similar, con una posible normalización de norte a sur en los primeros días de 2024, ya que los frentes podría penetrar más en la península.