El tiempo a largo plazo: ¿un febrerillo loco?
El mes de febrero comenzará con frío, nieve y viento en bastantes regiones españolas. El último mes del invierno climatológico se caracteriza por su variabilidad, y este año no será una excepción. ¿Qué es lo que dicen las previsiones a largo plazo? Te lo contamos.
Enero ha acabado con un ambiente muy variable en la Península Ibérica. En el norte las precipitaciones, el viento y el frío son los protagonistas de la actualidad meteorológica; mientras que la otra cara de la moneda la encontramos en el sur y en el este, donde el viento, la ausencia de precipitaciones y las temperaturas suaves han sido lo más destacado de la última semana.
El comienzo de febrero hará honor al famoso refrán de "Febrerillo, el loco". El primer día del mes se caracterizará por el ambiente inestable, ya que el frente frío asociado a la profunda borrasca atlántica que nos afecta, Helena, dejará precipitaciones a su paso en gran parte del país, con un temporal muy duro en el norte y noroeste. Tras el frente, llegará una masa de aire fría, la cota de nieve se desplomará y el viento arreciará en el este.
¿Febrero variable en España?
Helena será la última borrasca que nos afectará hasta dentro de varios días. ¿Qué es lo que puede pasar a partir de entonces? Existe cierta unanimidad en las previsiones del ECMWF y de la NOAA en lo que respecta al mes de febrero. Al parecer el mes de febrero seguirá con una situación parecida a la de finales de enero.
En lo que respecta a las temperaturas, el ECMWF prevé un mes de febrero relativamente normal, con algunas anomalías positivas en aquellas zonas situadas a sotavento de los ponientes y noroestes (puntos de la Meseta Norte, valle del Ebro, y especialmente, en el sureste). Los mapas de los americanos son similares, aunque reducen las anomalías positivas al sureste.
En las precipitaciones también encontramos cierta unanimidad. Tanto el organismo europeo como la NOAA señalan que el mes de febrero puede ser muy húmedo en el norte y noroeste, y húmedo en el interior y oeste de la Península Ibérica. De nuevo, el extremo sureste sería la zona menos agraciada, con precipitaciones en torno a la media (NOAA) o por debajo (ECMWF).
Las previsiones a muy largo plazo, poco fiables
Es decir, con lo que muestran los mapas, continuaríamos con la circulación de poniente o del noroeste, por lo que la mayor inestabilidad se concentraría en la fachada cantábrica y en Galicia. Sin embargo, hay que recordar que estas previsiones a muy largo plazo o estacionales están en una fase experimental, y que resultan muy poco fiables en nuestras latitudes, a lo que hay que añadir las singularidades orográficas de nuestro país.
Por ahora, parece que la semana que viene volverán las altas presiones, pero a más largo plazo ya hay mapas que señalan la presencia de altas presiones en Escandinavia o Islandia, por lo que la realidad podría ser distinta. No hay que olvidar que los modelos proponen y que el cielo dispone.