El modelo europeo contra la estadística de huracanes: noviembre podría traer varias sorpresas al Atlántico
Se acerca la recta final de la temporada de huracanes en el Atlántico, pero el modelo de referencia de Meteored acaba de actualizar su previsión para las próximas semanas y sorprende lo que muestra.
Los huracanes son sistemas tropicales que se desarrollan principalmente en las aguas cálidas del Atlántico subtropical, el Caribe y el Golfo de México, aunque en estos últimos años se están dejando ver cada vez de forma más habitual en lugares donde no son frecuentes.
Últimas semanas de la temporada de huracanes de 2024
La temporada oficial de huracanes en el Atlántico se extiende desde el 1 de junio hasta el 30 de noviembre, siendo septiembre y octubre los meses más activos en términos de formación de ciclones tropicales. Aunque la temporada tiene fechas bien definidas, no es raro que se formen ciclones tropicales al final de la misma o incluso fuera del calendario.
Durante estos meses, incluyendo noviembre, las condiciones atmosféricas, entre las que destacaremos la baja cizalladura del viento y las altas temperaturas (de récord últimamente) del océano, son ideales para el desarrollo de sistemas de bajas presiones que pueden convertirse en huracanes.
En noviembre, la actividad ciclónica tiende a concentrarse en el Caribe y las aguas cercanas a las costas de América Central. Los huracanes formados a finales de la temporada suelen ser menos frecuentes, pero pueden ser igual de destructivos, como lo demuestran eventos históricos como el huracán Otto en 2016.
Una temporada que ha resultado ser bastante activa
La temporada de huracanes de 2024 está siendo, hasta el momento, bastante activa en términos de formación de ciclones, con varios huracanes mayores bastante destructivos, como Helene o Milton recientemente.
Quitando Beryl, el comienzo fue extremadamente tranquilo, algo que sorprendió a los meteorólogos. Sin embargo, las condiciones atmosféricas y oceánicas de estas últimas semanas han permitido la formación de poderosos ciclones tropicales, en parte debido a fenómenos globales como el calentamiento del océano Atlántico y la Oscilación de Madden-Julian (OMJ).
Se trata de una onda atmosférica que se genera en los trópicos y que viaja alrededor del mundo durante un período de 30 a 60 días. Esta onda global incluye fases de precipitación intensificada y reprimida o inhibidora .
Este último es un patrón climático de gran escala que influye en la actividad ciclónica, ya que genera pulsos de convección que viajan desde el Pacífico hacia el Atlántico, afectando las condiciones de desarrollo de estos sistemas. En lo que llevamos de 2024, hemos visto huracanes de gran magnitud que han azotado tanto a las islas del Caribe como a la costa sureste de los Estados Unidos.
Esto es lo que muestran los mapas para las próximas semanas
¿Tendremos más sobresaltos en las próximas semanas? Por ahora, nuestro modelo de cabecera sugiere que la temporada de ciclones tropicales en el Atlántico aún podría dar una sorpresa en noviembre de 2024. En primer lugar, un fuerte pulso de la Oscilación de Madden-Julian (OMJ) que se encuentra actualmente sobre el Pacífico occidental probablemente se propagará hacia el Caribe y el Atlántico en unos días.
Este fenómeno puede reducir la cizalladura del viento y favorecer el movimiento ascendente del aire, creando condiciones favorables para el desarrollo de ciclones tropicales, lo que junto a las temperaturas del Caribe y del Atlántico, que permanecen muy por encima del promedio, nos hace pensar que la actual temporada aún no ha dicho su última palabra.
Si analizamos la última actualización de nuestro modelo de referencia, este indica que la "energía ciclónica acumulada (ACE)" —que refleja el número, fuerza y duración de todas las tormentas tropicales— se prevé por encima del promedio, con un valor de 1,4 entre el 28 de octubre y el 4 de noviembre.
Pero habrá que prestar atención al resto de noviembre. La ACE muestra un valores de 2,9 del 4 al 11 de noviembre, y de 2,2 del 11 al 18 de noviembre. Esto sugiere una alta probabilidad de actividad ciclónica ,con una actividad bastante más alta de lo normal para la primera quincena del próximo mes. Recordemos que, aunque no nos afectan de forma directa, estos sistemas pueden condicionar la circulación atmosférica en nuestras latitudes.