El meteorólogo Sergio Escama advierte de una fuerte disminución de la circulación zonal: así podría afectar a España

En los próximos días se va a establecer un nuevo bloqueo anticiclónico en Europa, una situación típica de la primavera, una las estaciones más dinámicas meteorológicamente hablando. ¿Cómo podría afectar esto a España?

La llegada de borrascas de alto impacto se ha detenido y ahora es el momento del asentamiento del anticiclón de las Azores, que tenderá a desplazarse hacia las islas británicas, pero con la península ibérica dentro de su radio de acción.

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Nuestro modelo de referencia muestra un gran debilitamiento de los vientos del oeste en nuestras latitudes. Un área de altas presiones se asienta al oeste del continente europeo, configurándose una situación en omega, circunvalando los embolsamientos de aire frío este robusto anticiclón de bloqueo.

La situación meteorológica actual viene determinada por una acusada ondulación del chorro polar, y en nuestra vertical se está asentando un potente anticiclón en todos los niveles de la atmósfera, lo que garantiza el tiempo estable; suave, seco y soleado por unos días, pero con elevada incertidumbre sobre hasta cuándo del mantenimiento de estas condiciones estables.

Un chorro polar muy ondulado: estos son sus efectos en el tiempo

Habiendo arrancado la primavera astronómica el pasado día 20 de marzo, cuando la borrasca Martinho azotaba con sus últimos coletazos, ahora hemos pasado a una situación mucho más estable, en la que el patrón de vientos del oeste y suroeste se ha roto y las borrascas circulan lejos de nuestras inmediaciones guiadas por un chorro polar muy meandrizado.

Situación en omega prevista para los próximos días, con las altas presiones en superficie tendiendo a migrar hacia las islas británicas.

Como ya explicamos en Meteored, estamos ante una situación meteorológica en la que se establece una configuración en omega, donde un robusto anticiclón de bloqueo se asienta en superficie y en altura, por lo que las bolsas de aire frío y las bajas se ven obligadas a circunvalar a la zona de altas presiones por sus flancos.

En aquellas zonas que caen dentro del radio de acción del anticiclón, el ambiente se estabiliza y desaparecen las precipitaciones, las temperaturas ascienden y los vientos amainan. Esto parece que es lo que va a ocurrir en las próximas jornadas en la Península y Baleares, pero la situación es muy imprevisible, hay mucha incertidumbre sobre estos embolsamientos de aire frío y cómo podrían afectarnos en las próximas fechas.

Un situación típica de la primavera

La primavera es una situación de tránsito entre las inclemencias meteorológicas del invierno y los calores del verano. Las fichas que caracterizan al clima de nuestras latitudes tienden a recolocarse y reconfigurarse, de tal manera que el anticiclón tiende a estabilizarse en el Atlántico y las borrascas tienden a alejarse, con un chorro polar que va subiendo de latitud.

La primavera es una estación en la que destaca la elevada incertidumbre meteorológica, ya que los patrones meteorológicos vienen determinados por una atmósfera muy dinámica, donde las bajas y las altas presiones muestran comportamientos erráticos y cambiantes.

Pero esta recomposición de piezas no es inmediata, y en el devenir de los acontecimientos meteorológicos tenemos pronunciados retrasos hacia el invierno, en forma de descuelgues de aire frío desde latitudes muy superiores y aperitivos estivales con intrusiones de aire cálido procedente de África.

¿Una segunda parte de la primavera inestable?

El ECMWF o Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (que es nuestro organismo de referencia), a través del programa Copérnico, proyecto gestionado y coordinado por la Unión Europea para la vigilancia del Clima y el Medio Ambiente, prevé para los próximos meses de abril, mayo y junio precipitaciones por encima de la media en algunas zonas de España:

Anomalías de precipitación
El programa Europeo de Vigilancia del Clima pronostica un final de primavera y comienzo de verano lluviosos en algunas zonas de España. Fuente: Copernicus/ECMWF.

Según estas previsiones, las precipitaciones estarían ligeramente por encima de la climatología media en muchas zonas nuestra geografía; concretamente el noroeste, litoral este, Baleares e islas occidentales de Canarias serían las regiones más beneficiadas, e incluso el modelo muestra una anomalía más marcada de lluvias en el centro peninsular.

Esto probablemente estaría en consonancia con un patrón meteorológico donde predominaría la inestabilidad, con un chorro polar bastante ondulado y una situación proclive a la formación de chubascos y tormentas, muy típicos de la estación primaveral.

Incertidumbre meteorológica a medio plazo

Analizando la situación prevista a día de hoy a largo plazo, el devenir de los acontecimientos podría desembocar en dos escenarios igualmente probables.

  • En un primer escenario, el anticiclón terminaría de establecerse completamente abarcando en su radio de acción a toda España, lo que provocaría un adelanto hacia unas condiciones más veraniegas, con subida notable de las temperaturas y ausencia de precipitaciones.
  • En el segundo, los máximos de presión se establecerían al norte del continente europeo, estableciéndose un bloqueo y regresando a unas condiciones más inestables, similares a la que tuvimos en pasadas fechas. Las lluvias y las temperaturas más acordes a la época regresarían de nuevo a nuestra geografía, pudiendo impactar borrascas provenientes tanto de la zona atlántica como de la zona mediterránea.

    Por lo tanto, estamos ante una situación con mucha incertidumbre, donde va a existir una amplia dinámica atmosférica con diversos escenarios meteorológicos posibles, es decir, unas condiciones típicas primaverales.