¿Por qué hace tanto calor? Las dorsales cálidas de récord atenazan a España
Estamos a las puertas de un nuevo episodio de calor en este mes de marzo de 2023. Seguramente, se batirán récords de temperatura máxima en algunos lugares. Se esperan valores cercanos a los 35 ºC.
Ya no se puede hablar de una casualidad, de una de las carambolas a las que nos tiene acostumbrados la caprichosa atmósfera, que ha dado lugar a una situación favorable para disparar las temperaturas máximas por encima de los 30 ºC en el mes de marzo. En las series climatológicas históricas encontramos algunos valores termométricos de ese orden (no muchos). Se corresponden, sobre todo, con episodios de carácter local ligados, por ejemplo, a la incidencia de vientos recalentados de poniente en las costas mediterráneas, del sur en el Cantábrico, o a una anómala dorsal cálida que abrazó parte del archipiélago canario o del sur peninsular.
Todo este abanico de situaciones proclives a tener calores tempranos, más propios del final de la primavera o principios del verano, se ha desplegado a lo largo del presente mes de marzo que estamos a punto de terminar, lo que ya ha hecho que se batan algunos récords de temperatura mínima más alta y máxima absoluta para el mes de marzo. En una fecha tan temprana como el día 11 se batieron ambas marcas tanto en el observatorio de Castellón (19,4 ºC – 30,8 ºC) como en el del Puerto de Palma de Mallorca (16,8 ºC – 27,3 ºC).
La normalización de los 25 a 30 ºC en marzo
Desde el pasado fin de semana se han vuelto a alcanzar valores de ese orden por el Mediterráneo y estamos iniciando una escalada de las temperaturas de la mano de una dorsal de aire cálido, que en esta ocasión hará que ese calor, más intensificado, alcance el miércoles una extensión considerable del territorio peninsular, aparte del archipiélago canario, donde previsiblemente se alcanzarán las temperaturas más altas de este nuevo episodio cálido, metidos todavía en el mes de marzo.
En la jornada de mañana se batirán seguramente nuevos récords de calor (tanto de mínimas nocturnas como de máximas nocturnas) para un mes de marzo. En prácticamente tres cuartas partes del territorio peninsular y en ambos archipiélagos las máximas rondarán los 25 ºC, superándose con holgura en bastantes localidades.
La barrera de los 30 ºC se superará en el suroeste peninsular y no quedaremos lejos de ella en algunas zonas del área cantábrica y el Mediterráneo, donde el jueves (sobre todo en el sureste, con posibles nuevos récords absolutos) repuntará el calor. En Canarias es donde esperamos los valores más altos, pudiéndonos acercar o incluso superar los 35 ºC de máxima en el sur de Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura.
Dorsal africana y la expansión del calor
El adelanto de los días calurosos a finales del invierno e inicio de la primavera es un hecho que cada vez corroboran un número mayor de datos, concentrados en los últimos años. Estamos asistiendo a una nueva fase del calentamiento global, en la que las anomalías positivas de temperatura ganan cada vez más protagonismo de la mano de dorsales cálidas.
Esas dorsales, cada vez con una mayor frecuencia, se instalan sobre nuestro país, frenando la llegada de masas de aire polar, más acordes a los meses “fríos” del año, e impidiendo que los sistemas frontales ligados a las borrascas atlánticas nos afecten de lleno, salvo en momentos puntuales.
Ya lo hemos comentado en repetidas ocasiones en Meteored, estamos asistiendo a una subtropicalización del clima en España. La dorsal africana y el anticiclón de las Azores están en fase expansiva. Dicha circunstancia está promovida por la extensión hacia el norte (tendencia ya observada) de la célula de Hadley del hemisferio norte. La principal consecuencia de ello es la mayor persistencia de masas de aire subtropical sobre la Península y Baleares, así como un reforzamiento de las mismas en el archipiélago canario.
Sigue habiendo variabilidad. Ahora en abril y a las puertas de la Semana Santa, el tiempo será cambiante y tendremos un poco de todo, pero la tendencia es clara: cada vez es y será más frecuente tener día calurosos en primavera, incluso a finales del invierno. Es lo que toca en el marco de calentamiento global en el que nos encontramos.