Llegan las nevadas históricas, después el hielo tomará la Península
Después de las intensas y extensas nevadas que dejará la borrasca Filomena en las próximas horas, el foco de atención se centra en las temperaturas, que descenderán a valores extraordinarios en las zonas nevadas durante las noches.
El frío no es una novedad estas semanas. Desde finales de diciembre la irrupción de varias masas de aire procedente de latitudes muy altas han dejado temperaturas por debajo de la media. Esta última masa de aire frío nos acompaña desde el día de Año Nuevo y ya ha dejado heladas extraordinarias en algunas zonas, destacando valores inferiores a los -15 ºC en zonas pobladas de los Sistemas Ibérico y Central y auténticos récords en algunos parajes y depresiones de alta montaña como los -35,8 ºC registrados en la Vega de Liordes, en Picos de Europa (León) y los -34,1 ºC del Clot del Tuc de La Llanca, en el Pirineo de Lleida.
Nevadas extraordinarias en zonas poco frecuentes
En las próximas horas estas mínimas tan extremas dejarán de producirse, al irrumpir la borrasca Filomena en la Península Ibérica y dejar nubosidad, viento y precipitaciones, que impedirán que las mínimas se desplomen tanto. Sin embargo, estos próximos días estas mínimas excepcionales podrían repetirse e incluso acentuarse en amplias zonas del interior que durante este fin de semana recibirán grandes cantidades de nieve.
Estas nevadas serán extraordinarias en zonas extensas de la Meseta Sur, afectando incluso a Madrid capital, con espesores que podrían superar fácilmente los 20 centímetros. Esas precipitaciones ya están comenzando en algunas zonas y no empezarán a remitir hasta la tarde del sábado, siendo más débiles y dispersas el domingo.
Por otro lado, la masa de aire frío seguirá sobre nosotros unos días más, por lo que seguiremos con temperaturas muy frías generalizadas. Una vez que la borrasca se retire a partir del domingo, el viento disminuirá, la humedad descenderá y los cielos permanecerán poco nubosos o despejados en numerosas zonas. Estos ingredientes son la clave para un enfriamiento nocturno eficiente y constante que puede desembocar en temperaturas mínimas excepcionalmente bajas.
¿Qué relación tendrán las nevadas que deje Filomena con las heladas de la semana que viene?
La borrasca actual no influirá directamente en las mínimas que pueden producirse durante los primeros días de la próxima semana, pero sí de forma indirecta y además muy notablemente: la nieve que haya caído estos días será un ingrediente fundamental para las heladas severas. Al quedar cubierta buena parte de las dos mesetas y amplias zonas próximas a las cordilleras, tanto del norte como del sur peninsular, el enfriamiento nocturno será muy eficiente de forma generalizada, apareciendo áreas de fuerte inversión térmica.
La nieve en el suelo acentúa mucho la severidad de las heladas por varias razones. En primer lugar aumenta mucho el albedo, es decir, refleja la radiación solar recibida durante el día e impide que sea absorbida por el suelo. También mantiene fresco el terreno gracias al calor absorbido por la fusión y evaporación parcial de su superficie aunque las temperaturas diurnas asciendan, manteniendo los 0ºC en todo momento.
Además, la nieve es un excelente aislante térmico que impedirá que el aire intercambie calor con el suelo y el agua que contiene, por lo que el enfriamiento de la capa superficial será mucho más rápido por la noche.
Se podría bajar de los -20 ºC en algunos núcleos urbanos
Todavía es un poco pronto para saber hasta dónde podrán desplomarse los termómetros durante los primeros días de la semana que viene, sin embargo, teniendo en cuenta los valores que muestra por ahora nuestro modelo de confianza, el IFS de ECWMF, así como la extensión de las zonas nevadas y los precedentes que tenemos de este tipo de situaciones, podemos hacernos una idea.
Se alcanzarán valores cercanos a -10 ºC o por debajo en algunas capitales de provincia del interior, en las que el suelo permanezca cubierto de nieve, incluso podrían registrarse temperaturas inferiores a -20 ºC en zonas habitadas próximas a los sistemas montañosos del interior y norte peninsular, prestando especial atención a localidades del Sistema Ibérico y Central, que ya estos días han tenido mínimas muy destacables y que podrían bajar aún más. Y, por supuesto, estaremos muy pendientes de pequeños valles, depresiones y enclaves de montaña propensos a fuertes inversiones térmicas, donde podríamos volver a alcanzar algún -30 ºC.