¿Cuándo va llover en Cataluña? Se endurecen las restricciones de agua por el avance de la sequía extrema
La sequía extrema que azota Cataluña ya es la peor registrada en los últimos 100 años. Y las lluvias no están cayendo en otoño, que suele ser la estación más húmeda: ¿llegarán en los próximos días?
Cataluña está viviendo una sequía inédita desde hace tres años. Desde julio de 2020, la mayoría de meses han sido secos con precipitaciones muy por debajo de los valores normales en la gran mayoría de las comarcas. El otoño, que es la estación más lluviosa del año en Cataluña, lejos de mejorar la situación, la ha empeorado.
Oro líquido en las últimas horas en el Pirineo
La entrada de viento húmedo del norte ha reactivado las precipitaciones en algunas zonas del Pirineo. En cotas altas como Lac Redon y Certascan (a más de 2000 m) se han recogido más de 30 l/m², de acuerdo con Meteocat. La nevada también ha saltado a la cara sur de la Cordillera, acumulándose en lo que va de día unos 38 cm en Bonaigua, 36 cm en Certascan y 20 cm en Malniu a partir de los 2200 metros de cota.
Estas precipitaciones son insuficientes para revertir la sequía, pero humedecen las capas superficiales del suelo y ayudan a apaciguar la sed de plantas y animales en las zonas donde se han producido. Fuera del Pirineo y puntos del nordeste catalán, no ha llovido. El aeropuerto de Barcelona ha cerrado a cero los tres días del episodio.
La peor sequía en los últimos 100 años
Las cuencas internas de Cataluña han bajado al 18% de capacidad, un valor inédito desde que se toman registros, superando los mínimos registrados en las sequías de 1989 y 2008. Se estima que más del 50% de Cataluña está en situación de sequía grave, algo que no pasaba desde 1916.
En Barcelona se registraron 217 l/m² entre el 28 de abril de 2022 y el 27 de abril de 2023. Se trata de un valor récord de precipitación anual, comparable con zonas áridas tales como Almería o el entorno del golfo de Mazarrón.
A día de hoy, ya hay 37 municipios catalanes en emergencia por sequía, y se ha declarado el estado de excepcionalidad en casi 500. El estado de emergencia implica un tope de consumo diario de 200 litros por persona y prohibición en el riego agrícola. En Barcelona está previsto que se declare el estado de emergencia por sequía en las próximas semanas. De momento, el tope de consumo por habitante en la ciudad condal es de 230 litros diarios.
¿Se esperan lluvias abundantes dentro de poco?
Tras el episodio actual de precipitaciones en el Pirineo, volverá a instalarse el anticiclón, pero no por mucho tiempo. El fin de semana podría entrar de nuevo la tramuntana, mucho más seca, debido a que las borrascas y aire frío quedarían demasiado al este, en el Mediterráneo central. El balance final de esta semana será seco o muy seco, con anomalías negativas importantes en la mayoría de las comarcas.
La semana que viene se atisba nuevamente seca, según las últimas previsiones de nuestro modelo de cabecera. Podría entrar una borrasca atlántica, pero el flujo de vientos de poniente asociado implicaría de nuevo una situación poco favorable para generar lluvias importantes en las zonas más castigadas por la sequía.
La solución meteorológica que de momento no llega
En definitiva, van pasando las semanas y los meses climáticamente más lluviosos del año sin episodios de precipitación generalizados ni abundantes. Para revertir la situación actual, haría falta una borrasca bien organizada en el Mediterráneo occidental, situada sobre Baleares o un poco más al sur.
En este escenario, los vientos en Cataluña soplarían del este, con gran recorrido marítimo. Bajo esta premisa, son necesarios unos cuantos días de precipitación persistente, de modo que los acumulados superaran los 100 l/m² de forma generalizada. Tendrían que sucederse varios episodios de este tipo para empezar a llenar las reservas.
Los vientos llovedores en Cataluña son los de levante, porque arrastran aire húmedo mediterráneo y lo hacen impactar contra los sistemas montañosos prelitorales. En los últimos dos meses, los vientos dominantes han sido los de dirección opuesta, es decir, los de poniente.