¿Cuándo llegará el 'buen tiempo'? Esta es la fecha en la que diremos adiós al tiempo invernal en España
La borrasca Nelson nos ha dejado un gran temporal de lluvia, nieve y viento durante toda la Semana Santa. El modelo de referencia de Meteored confirma cuándo llegará la estabilidad atmosférica a España.
Las primeras horas del mes de abril han transcurrido con un tiempo muy variable en gran parte de España, e incluso en varias regiones podemos hablar de ambiente fresco o frío, con nevadas de cierta entidad en zonas de montaña y chubascos irregulares asociados a la descarga de aire polar. Los efectos de Nelson se han dejado sentir de una forma u otra en todo el país.
Aunque este temporal ha alterado los actos de la Semana Santa y de las vacaciones, ha sido muy beneficioso para el campo y las reservas hídricas. En algunas cuencas que estaban en una situación muy delicada, como las andaluzas, el aumento del agua embalsada ha sido extraordinario en estas últimas jornadas, lo que permite afrontar con algo más de optimismo la temporada de verano.
Ascenso térmico acusado en los próximos días, pero no habrá una estabilidad total
No obstante, como ya hemos ido adelantando en Meteored esta situación tiene ya las horas contadas, y en los siguientes días tendremos un cambio radical de tiempo.
Nelson se irá disipando, retirándose hacia el Atlántico. Aunque el bloqueo en Groenlandia permitirá que las bajas presiones sigan circulando por su flanco sur, en esta ocasión sus centros estarán lejos de España, impulsando masas de aire anormalmente cálidas para las fechas hacia la Península y Baleares.
La estabilidad no será total, ya que seguirán llegando frentes que dejarán precipitaciones abundantes en el oeste de Galicia a lo largo de la semana, afectando de forma más dispersa a otras zonas del tercio septentrional y de la vertiente atlántica. Sí que parece que a partir del viernes los sistemas frontales presentarán una mayor actividad, con lluvias que también llegarán a Canarias.
Las previsiones para la primera quincena apuntan a un probable patrón de NAO +, con borrascas circulando a latitudes más altas, lo que no excluye la posibilidad de descuelgues de aire frío. En primavera la estabilidad no suele ser muy duradera.
Pero sin duda, lo más destacable será el ascenso térmico, que será generalizado y brusco. El cambio será muy importante respecto a lo que hemos vivido en estos días anteriores, con valores diurnos que en muchas regiones serán más típicos de finales de mayo o de junio que de principios de abril, y todo apunta a que puede caer algunos récords.
Tocarán los 30 ºC en varias capitales durante la segunda parte de la semana
Ya mañana se alcanzarán los 24 ºC en Murcia, pero será especialmente durante el viernes y el sábado cuando las temperaturas toquen techo, ya que un área de bajas presiones que se situará al oeste peninsular canalizará una masa de aire muy cálido. Además, vendrá acompañada de polvo en suspensión, dejando el ambiente bastante turbio en la mitad este y en Baleares.
En Melilla pueden alcanzar los 36 ºC si se mantiene el escenario actual para el sábado, mientras que en otras capitales como Sevilla, Jaén, Murcia, Almería, Logroño, Toledo o Badajoz se quedarían rozando los 30 ºC. Serán incluso mas llamativas en el Cantábrico oriental, donde tocarían los 30 ºC en Bilbao, y por ejemplo en Teruel o Soria superarían los 25 ºC.
Descenso térmico a partir del sábado y ambiente variable
Durante el sábado y el domingo las temperaturas empezarán a bajar de forma progresiva de oeste a este, pero en la jornada dominical seguiremos hablando de calor en el litoral mediterráneo, donde localmente pasarán de los 30 ºC. Según nuestro modelo de referencia, durante la primera mitad de la próxima semana una masa de aire frío dejaría un descenso térmico notable y generalizado, y se producirán precipitaciones en varias regiones.
Mucha gente deseaba ya la llegada del 'buen tiempo', un concepto muy relativo. A pesar de este último temporal, el déficit acumulado en Cataluña o Andalucía es muy importante en los próximos años, por lo que todavía no se puede afirmar que la sequía se ha acabado. Es necesario que llueva mucho más en lo que queda de primavera, y muy especialmente en las regiones mediterráneas. Porque recordemos que el verano ya está a la puerta de la esquina.