¿Cómo será el tiempo este mes de agosto en España? Previsión actualizada de Samuel Biener
Tras los episodios de temperaturas muy altas de estos días, el modelo de referencia de Meteored actualiza su previsión para el mes de agosto en España, y parece que podríamos tener algunos cambios.
Con el inicio de la canícula, el período más cálido y seco del año en el conjunto de España, se han producido los primeros episodios de calor intenso de lo que llevamos de verano. En las semanas anteriores ya habíamos tenido algún pico, pero en general las tormentas e incluso el ambiente "fresco" fueron los protagonistas en la primera parte de la estación estival.
Ya nos encontramos a las puertas del mes de agosto, el último del verano climatológico, donde es frecuente que se produzcan algunos cambios. ¿Será así en las próximas semanas? Veamos qué dice el modelo de referencia de Meteored.
Agosto, el segundo mes más cálido del año
En primer lugar, conviene recordar que agosto es el segundo mes más cálido del año en España, por detrás de julio, aunque en algunas regiones litorales agosto es igual o incluso algo más cálido que el séptimo mes del año. La temperatura media se sitúa ligeramente por debajo de los 24 ºC, con días de más de 40 ºC en el sur y noches tropicales y asfixiantes, especialmente en la vertiente mediterránea.
El calor sigue siendo intenso, especialmente en la primera quincena, que coincide con la segunda parte de la canícula. Eso sí, en agosto ya se va notando que las noches se van alargando, por lo que en el interior suele hacer más fresco cuando se pone el sol.
Época de tormentas y de granizadas catastróficas
La precipitación media acumulada en agosto es de algo más de 20 l/m², siendo extremadamente irregular y en forma de chubascos o tormentas. Es el segundo mes más seco del año, pero en algunos sectores del Pirineo, Teruel y del litoral central de Cataluña es un período que suele ser húmedo gracias a los aguaceros.
Agosto es temido en el campo por las granizadas, que pueden ser catastróficas. Además, suelen producirse los primeros diluvios locales mediterráneos típicos de la época tardoestival. Conforme se acerca septiembre, la atmósfera suele mostrarse más dinámica, dando lugar a eventos de inestabilidad importantes.
¿Habrá más olas de calor en agosto?
Hasta ahora, la AEMET ha emitido dos avisos por ola de calor, que tendrán que confirmarse (o no) tras el análisis de los datos meteorológicos. De momento, nuestro modelo de cabecera muestra que las temperaturas pueden situarse de 1 a 3 ºC por encima de los valores medios de agosto en buena parte de la Península, especialmente en el interior. Habrá algunos altibajos, algo habitual en estas fechas.
Estas anomalías cálidas serían más generalizadas en la primera parte del mes. Por ahora no se intuyen situaciones de calor tan intensas y extensas como las de 2022 o 2023, pero tampoco se puede descartar que no vayamos a tener ninguna ola de calor antes de que acabe agosto. Las anomalías serían más moderadas en los litorales y en los archipiélagos, gracias al efecto termorregulador del mar.
¿Será un mes muy tormentoso?
Aunque agosto es uno de los meses más secos del año en el conjunto de nuestra geografía, también es cierto que la atmósfera empieza a mostrarse más dinámica, especialmente durante la segunda quincena. En el octavo mes del año son frecuentes las tormentas organizadas que descargan aguaceros muy fuertes o pedrisco, así como el desarrollo de las conocidas como lluvias cálidas en el Mediterráneo.
Y por esto es complicado analizar la tendencia pluviométrica, ya que hablamos de precipitaciones convectivas. No obstante, los modelos muestran que en la primera parte del mes las lluvias se situarán por debajo de la media en buena parte del país, excepto en puntos del Pirineo y de la Ibérica, donde estas semanas suelen ser más bien húmedas por las tormentas.
Para la segunda parte del mes no se observan anomalías significativas en España respecto al promedio. A 500 hPa (unos 5500 metros) la dorsal apuntaría hacia el Mediterráneo en los primeros días del mes, dando posteriormente paso a un chorro polar más ondulado, lo que podría abrir la puerta a los episodios tormentosos típicos de la época.