El chorro polar afloja y amenaza a España con frío extremo, pero hay más
La circulación zonal toca a su fin durante este fin de semana. Sin embargo, a medio plazo se gestará un gran bloqueo anticiclónico al norte de Europa, un escenario más atípico y con consecuencias un tanto inciertas que podrían desencadenar el primer episodio invernal en Europa.
Durante esta semana la circulación zonal se ha mantenido con pocos cambios en Europa y buena parte del Atlántico norte. Los frentes han recorrido la península ibérica de oeste a este dejando precipitaciones generalizadas en la vertiente atlántica y, tal y como estaba previsto, este fin de semana la advección del oeste se interrumpirá. Un anticiclón sustentado por una dorsal que emergerá desde el norte de África desviará los frentes procedentes del Atlántico y garantizará una breve tregua. No obstante, este anticiclón ocupará una posición inestable y se desplazará rápidamente, por lo que este periodo anticiclónico será breve.
Desde últimas horas del domingo y durante el lunes, un nuevo frente irrumpirá desde el noroeste dejando más precipitaciones significativas en el cuadrante noroeste y Pirineos. Además, su descarga de aire frío post frontal provocará un descenso térmico generalizado.
El martes y días posteriores la incertidumbre se dispara de forma abrupta. Los sistemas meteorológicos pierden definición, la circulación sobre Europa y el Atlántico norte se debilita hasta casi interrumpirse por completo y, en definitiva: se producirá un cambio generalizado que afectará a la circulación de todo el hemisferio norte y en consecuencia, también, a Europa y la Península Ibérica.
Los modelos que tan difícilmente están funcionando a medio plazo para estos días en el ámbito de la Península Ibérica, sí están siendo mucho más robustos a una escala mayor. Concretamente. muestran el desarrollo de un intenso patrón de bloqueo sobre el norte de Europa con un cinturón de altas presiones que podría rodear el Ártico durante la segunda mitad de la próxima semana. La presión atmosférica presentará anomalías positivas muy significativas en estas regiones.
Se trata del nombre mediático que ha adquirido la masa de aire frío que se extiende por Europa viniendo desde Rusia, Siberia o latitudes más altas del noreste europeo. También se conoce como "tren siberiano" o "tren del este".
Con esta situación, cabe esperar que la circulación del hemisferio norte se debilite e que incluso en algunas regiones de Europa pueda imponerse un flujo retrógrado, procedente del este o noreste, algo que suscita pensar en la "bestia del este", por eso está ganando protagonismo en los medios. Esto arrastraría masas de aire polar continental hacia el oeste y a latitudes más bajas, pudiendo irrumpir en Europa durante los primeros días de diciembre.
Incertidumbre en la península ibérica, ¿episodio invernal a la vista?
Las consecuencias más directas serían las de un tiempo más seco, frío e invernal en el continente, registrándose temperaturas por debajo de la media de la época del año. Sin embargo, en la península ibérica la incertidumbre es bastante mayor. Sí que sabemos, no obstante, que el desplazamiento de la masa de aire frío sobre Europa y el bloqueo al norte del continente forzaría a las bajas presiones a circular por el sur, pudiendo afectar directamente al entorno peninsular.
Esto nos situaría directamente en una zona de encuentro de masas de aire de distinto origen y características, por lo que si bien es más probable que hasta ahora una situación fría e invernal, también es cierto que no es ni mucho menos el único escenario posible.
Dicho de otro modo: volverá a ser probable el acercamiento de sistemas de bajas presiones con todo lo que ello conlleva, pero no hay especial consenso en mostrar una tendencia concreta de las temperaturas. Lo que sí parece más que probable es que las altas temperaturas persistentes que han sido noticia durante casi todo el otoño, no aparecerán por un largo periodo de tiempo.