¿"Cancelado" el calor de este verano en España? Atentos a la nueva previsión del modelo de referencia de Meteored
El verano climatológico ha comenzado con ambiente muy variable en España, e incluso con algunos días anormalmente frescos en varias regiones. ¿Nos libraremos del calor intenso o de las olas de calor en los próximos meses?
Las primeras semanas del verano, que climatológicamente arrancó el pasado 1 de junio, están transcurriendo con un ambiente muy variable en España debido al paso de varias vaguadas y danas que están dejando importantes episodios tormentosos, algunos de ellos generalizados, e importantes descensos térmicos tras breves picos de calor intenso.
¿Por qué estamos teniendo episodios de temperaturas frescas para la época?
A diferencia de años anteriores por estas mismas fechas, destacando la ola de calor que dio comienzo el 12 de junio en 2022 en nuestro país, y que azotó a otras regiones del suroeste del continente europeo, en estas últimas semanas los centros de acción se están mostrando muy móviles, lo que se traduce en situaciones meteorológicas poco persistentes.
El responsable de la situación de estas últimas semanas es el chorro polar, el director de orquesta de la circulación atmosférica en nuestras latitudes. Por ahora está bastante débil, lo que se traduce en importantes meandrizaciones, con una sucesión de dorsales y descuelgues que dan lugar a un tiempo variable. Sinópticamente, la situación es más típica de primavera.
Esto se ha traducido en varios eventos de temperaturas anormalmente frías para la época, con nevadas tardías de cierta entidad en el Pirineo y en otras cordilleras del norte peninsular, reservas hídricas para afrontar estos meses estivales.
A pesar de esto, no es suficiente para contrarrestar las anomalías cálidas, y por ejemplo mayo acabo siendo térmicamente "normal" en el conjunto de España, lo cuál ya es una novedad importante tras tantos meses seguidos cálidos.
Así podría ser lo que queda de verano, según el modelo de referencia de Meteored
No obstante, desgraciadamente esto no quiere decir que lo que queda de verano vaya a ser igual de soportable. Las previsiones más recientes del modelo de cabecera de Meteored muestran que en julio y agosto las temperaturas podrían situarse claramente por encima de la media de las fechas en gran parte del país, y especialmente en el interior peninsular, donde se atisban temperaturas de 2 a 3 ºC por encima del promedio.
Y es que la probabilidad de que el verano sea más cálido de lo habitual es del 70% al 100% según el ECMWF, nuestro organismo de referencia, situación que también se daría en gran parte del continente europeo. Sin embargo, esto no quiere decir que vayamos a tener unos meses estivales tan asfixiantes como en 2023, cuando se pulverizaron una gran cantidad de récords.
Veranos que se alargan en España
En España lo normal en verano es que haga mucho calor, sobre todo en el sur y en algunos de los principales valles de la Península. Pero lo que está sucediendo en los últimos años, con un alargamiento del estío, olas de calor en fechas hasta ahora poco frecuentes, la tropicalización del Mediterráneo o el importante repunte de las noches tropicales son algunos de los efectos más visibles del cambio climático en nuestro país.
Aunque hay gente que no se lo toma en serio, afirmando algo que es de cajón como que en verano hace calor en verano, esta mayor recurrencia de episodios de calor extremo y el alargamiento del verano a la larga tiene importantes consecuencias para la salud, y tampoco conviene olvidar por ejemplo los datos de mortalidad durante las olas de calor del pasado año.
Temperaturas que siguen estando por encima de la media
Tarde o temprano llegará la primera ola de calor del 2024. Si comparamos la situación actual con la de 2022 o 2023, efectivamente podemos considerar que este verano ha comenzado "fresco". El problema es que las temperaturas registradas siguen estando por encima de las medias del período de referencia 1991-2020, que ya de por sí son bastante más altas que en los períodos anteriores, por lo que al final el calor intenso se ha acabado viendo como algo normal.
Y en cuanto tenemos días más "normales", los negacionistas, no muy numerosos pero muy ruidosos, salen en tropel preguntando por el cambio climático sin haber echado un vistazo a los preocupantes datos de los últimos años. Eso sí, tampoco hay que caer en el catastrofismo o sensacionalismo climático, ya que hablamos de un proceso global extremadamente complejo que afecta a todos los ámbitos que nos podamos imaginar.