Tráfico intenso de borrascas en España este puente. Dónde lloverá y nevará
La situación actual supone una enorme incertidumbre adicional en los pronósticos meteorológicos. Las borrascas se formarán en el entorno de la península ibérica y la afectarán directamente, pero, ¿con qué consecuencias?
Durante estos días se ha ido produciendo el cambio que llevaba anunciándose desde las últimas semanas de noviembre: la circulación del hemisferio norte se ha frenado, el chorro polar se ha ondulado en extremo y un enorme anticiclón de bloqueo se ha gestado al norte de Europa. Este anticiclón se desarrollará y extenderá hacia el Ártico y Groenlandia formando un cinturón de altas presiones que facilitará el desalojo de aire frío hacia regiones situadas más al sur de lo habitual. En el Atlántico, además, prevalecerá un patrón de NAO negativa, lo que favorece la circulación de borrascas por latitudes más bajas.
Estos desalojos de aire de procedencia ártica se producirán de forma muy irregular por todo el hemisferio norte y uno de los más importantes se desplazará sobre el interior de Europa a lo largo de la semana que viene, dando lugar a un episodio de frío intenso que podría ser bastante prolongado.
La península ibérica quedará al margen de este episodio de frío intenso, al menos al principio, sin embargo, eso no quiere decir que nos libremos de sus efectos: tanto España como Portugal se verán afectadas de otra forma por esa masa de aire frío, especialmente durante el puente de diciembre.
Al situarnos en la frontera entre el aire frío y las masas de aire subtropical procedentes del Atlántico, estaremos en un área con una fuerte inestabilidad baroclina y, por tanto, altamente ciclogenética, es decir, especialmente propensa a la formación de borrascas. Estas borrascas empezarán a formarse durante este mismo fin de semana, de hecho, el primero de estos centros de bajas presiones se desarrollará a lo largo de estas próximas horas al oeste peninsular dejando abundante nubosidad y algunas precipitaciones dispersas.
A medida que avance la semana que viene, el aire frío avanzará más por Europa y la zona de encuentro de masas de aire será aún más pronunciada, con gradientes más fuertes. Cabe esperar, por tanto, que continúen formándose borrascas de mayor intensidad próximamente.
La incertidumbre se dispara
A pesar de la gran confianza con la que los modelos están mostrando el bloqueo en el Ártico y la presencia de aire frío y bajas presiones en Europa, a menor escala esto supone una incertidumbre muy elevada.
Se trata de un patrón de circulación anómalo en nuestra región y, además, serán muchas las "piezas" que entrarán en juego e influirán en la posición de cada borrasca y cada frente. La alteración de cada una de estas piezas puede tener consecuencias muy importantes a medio plazo. Por tanto, cabe esperar que sea muy difícil predecir qué zonas serán más o menos afectadas por los frentes hasta que nos movamos en plazos cortos, de menos de 3 días.
¿Temporal de viento, lluvia y nieve a la vista?
Tras el paso de esta primera borrasca, que cruzará la Península al final de su ciclo de vida entre el domingo y el martes, se desarrollarán nuevos centros ya durante la semana que viene. Estas nuevas borrascas tienen potencial de ser más profundas y extensas, haciendo llegar las precipitaciones a más zonas y siendo especialmente abundantes en la vertiente atlántica. También podrían dar lugar a vientos fuertes e incluso a nevadas copiosas en zonas de montaña, especialmente tras el paso de los frentes y con las descargas de aire frío posteriores.
Cabe concretar, por tanto, la profundidad y trayectoria exactas de estas borrascas ya que de eso dependen las consecuencias que tengan a escala regional. Sin embargo, volviendo a la escala planetaria, el patrón de circulación del hemisferio norte continuará con muy alta probabilidad en este estado durante prácticamente toda la primera quincena de diciembre.
Cabe esperar que el paso de frentes y borrascas siga siendo habitual durante bastantes días, por lo que habrá que prestar especial atención a los pronósticos a corto plazo ante la posibilidad de que alguna de estas borrascas pueda afectarnos con consecuencias más adversas.