Espiral de nubes espectacular en el Atlántico: la borrasca que viene
Una enorme espiral de nubes se está acercando desde el Atlántico. Se trata de la borrasca que derivará en precipitaciones y tormentas entre mañana y el jueves. Repasamos sus peculiaridades.
Llevamos unos días con el chorro polar muy ondulado, incluso dividido en dos flujos de viento intenso a unos diez kilómetros de altitud. Uno circula por el extremo norte de Europa y otro va camino de Marruecos. Este ‘río’, al mostrarse tan débil y desdibujado, está dejando a las borrascas estacionadas en medio del Atlántico. Normalmente las arrastra rápidamente de oeste a este, hasta impactar con el continente europeo, pero ahora no. Allí están adquiriendo características subtropicales que se manifiestan en una vistosa eclosión de tormentas, que brotan aquí y allá según se aprecia a través de las imágenes de satélite. Una de ellas se acerca.
Desde hace días las latitudes medias del Atlántico están haciendo acopio de aire cargado de humedad que procede de otras más bajas, donde el océano está más cálido y puede aportar ese extra de energía que hace crecer a los cumulonimbos. La borrasca que antes comentábamos se ha impregnado de toda esa humedad subtropical y ahora va aproximándose. No llegará en su plenitud, de hecho se diseminará en otras bajas más pequeñas que acabarán ubicadas entre el sur peninsular y el norte de Marruecos, aprovechando la zona delantera de pequeña lengua de aire frío.
Pese a esto, el nuevo escenario tendrá la envergadura suficiente para producir un episodio de tormentas fuertes en el interior del suroeste peninsular, llegando hasta el sistema Central, y en el extremo sureste, aunque en esta última zona las precipitaciones se caracterizarán más por ser moderadas y persistentes. La generosidad de esas lluvias dependerá de la posición final de los centros de bajas presiones y del aire de origen subtropical, bien colmado de humedad.
Las tormentas del interior peninsular
Mañana las lluvias estarán presentes desde primera hora en zonas del centro peninsular, sistema Central e Ibérico. De cara al mediodía, con el incremento del aire frío en las capas altas de la troposfera y el calentamiento diurno, crecerán nubes más potentes que descargarán chaparrones en esas mismas regiones, algunos acompañados de tormenta. Los aguaceros más fuertes se registrarán en zonas de montaña y Extremadura, donde estarán los índices de inestabilidad más acusados.
En la jornada del jueves volverán a producirse chubascos en el sistema Ibérico, Central y extremo suroeste peninsular, especialmente en las provincias de Badajoz y Huelva. También se registrarán precipitaciones en Pirineos.
Ceuta, Melilla, Andalucía y Murcia en el punto de mira
De forma paralela, el sureste peninsular vivirá un episodio de lluvias algo más persistentes y en ocasiones moderadas o fuertes. Mañana lloverá en la mitad oriental de Andalucía, Región de Murcia, provincia de Alicante, Ceuta y Melilla. En general, estas precipitaciones aún serán débiles, desplazándose de suroeste a noreste.
La jornada del jueves deparará una ciclogénesis en Argelia que provocará un aumento de la inestabilidad y así de la probabilidad de que las lluvias sean de mayor entidad. En principio, los acumulados más importantes quedarán en el mar de Alborán, pero no se descarta que afecten a puntos de Granada, Almería y Murcia. Nuestro modelo de cabecera, el europeo, contempla la posibilidad de que en algunas de estas zonas se puedan acumular más de 50 litros por metro cuadrado entre estos dos días. En Melilla aún va más allá, con escenarios que anticipan hasta 80 l/m2, aunque son minoritarios.
En los próximos dos días las temperaturas bajarán en el este y sur peninsular, quedando un ambiente bastante más fresco pero aún primaveral. Este refrescamiento no se notará en el noroeste, con temperaturas que mañana podrían incluso subir de forma notable en Galicia, parte de Castilla y León o Madrid, aunque en esta última comunidad sí que se producirá un descenso palpable el jueves.