Aviso a la España más ventosa: los dos grandes pasillos de cierzo y tramontana se reactivarán el domingo

Algunos de los vientos dominantes más conocidos en España se encargarán de bajar la sensación térmica estos días, con un ambiente de pleno invierno que se recrudecerá durante el final de la semana.

Un frente ha logrado atravesar el bloqueo anticiclónico que tenemos en el suroeste de Europa cambiando significativamente la situación meteorológica desde este pasado miércoles. Al no tratarse de un bloqueo especialmente robusto y estable, una fluctuación en la posición de la dorsal que lo sustenta ha permitido la llegada de este frente con bastante intensidad.

Se reforzará el flujo de nortes y noroestes

A su paso, se han producido precipitaciones breves pero de cierta intensidad. Han sido de nieve en zonas montañosas del norte, con cotas de nieve que han descendido a valores cercanos a los 1000 metros, si bien en esta ocasión no han sido nevadas especialmente copiosas.

Sin embargo, tras el paso del sistema frontal se ha mantenido el flujo de vientos del norte y noroeste, y todo apunta a que se reforzará en los próximos días, sobre todo en el este peninsular debido a una configuración bastante particular.

La Península y Baleares quedarán bajo un ramal descendente del chorro polar, con vientos intensos del norte y noroeste en superficie.

Una gran vaguada se descolgará sobre Europa oriental mientras que las altas presiones volverán a intensificarse en el oeste, pero esta vez con un centro ubicado entre las Azores, las islas británicas y la Península Ibérica. Por tanto, el flujo de componente norte está garantizado, y será más fuerte cuanto más al este nos desplacemos, adquiriendo bastante intensidad en el cuadrante noreste y Baleares.

La importancia de la orografía en estas situaciones

Como en otras muchas situaciones, el relieve jugará un papel clave. En este caso serán los Pirineos, el Sistema Ibérico, el valle del Ebro e incluso los Alpes los responsables de canalizar este flujo dando lugar al cierzo y la tramontana, dos vientos locales muy conocidos que se generan precisamente con este tipo de flujos de norte y noroeste. Las montañas actúan como obstáculos que canalizan y desvían este flujo, alterando su componente y velocidad.

Las rachas más fuertes podrán superar los 100 km/h en mar abierto y en zonas de montaña. En el Mediterráneo generarán un fuerte oleaje que afectará especialmente a Menorca.

Además, los matices locales pueden ser muy complejos y depender también de las características de la atmósfera en ese momento. Por ejemplo, si el aire en los niveles más bajos es estable o hay presente una capa de inversión térmica y la corriente le obliga a remontar una cadena montañosa, se desplomará a sotavento generando violentos vientos de ladera.

Si la atmósfera no es tan estable, será el efecto Venturi y, por tanto, la canalización física que suponen las montañas las que lo aceleren, precipitándose por el valle del Ebro en el caso del cierzo y rodeando los Pirineos en el caso de la tramontana.

El viento soplará con fuerza hasta Navidad en varias zonas

Esto se va a traducir en rachas de viento que desde el domingo puede superar los 60 km/h en la depresión del Ebro y los 80 km/h en el prelitoral de Castellón y Tarragona, pero seguirá aumentando el lunes. En esa jornada podrían superar los 100-120 km/h localmente en puntos del noreste y del Pirineo.

Por otra parte, desde últimas horas del domingo comenzará a soplar también la tramontana, también con rachas muy fuertes en el este de Girona y afectando también a Menorca posteriormente.

Con estos vientos del norte-noroeste, la situación marítima estará bastante alterada en las costas del extremo septentrional, Ampurdán y Menorca.

Es muy probable que esta situación se mantenga también durante el martes y amaine finalmente el miércoles, ya con las altas presiones más asentadas sobre la Península y sin un flujo de vientos dominante. A partir de entonces, el fenómeno más significativo probablemente sean las nieblas y heladas en zonas del interior peninsular.